Argelia se dispone a liberar hoy a dos líderes históricos del islamismo

Pocos son los que dudan en Argelia de que hoy serán liberados, tras cumplir una condena de 12 años de cárcel, los dos dirigentes históricos del Frente Islámico de Salvación (FIS), la formación vencedora de las elecciones de diciembre de 1991 que no llegaron a su término porque el Ejército lo impidió al adueñarse del poder a principios del año siguiente.

Muchos son, sin embargo, los que se preguntan cuánto tiempo permanecerán en libertad el jeque Abassi Madani, de 72 años, y el clérigo musulmán Alí Benhadj, de 47, dos líderes incómodos en una Argelia que adolece de los mismos problemas -pobreza, corrupción, injusticia- que cuando ambos fueron encarcelados.

Ambos fueron detenidos el 30 de junio de 1991, tras una huelga política convocada por el FIS que degeneró en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Su abogado, Alí Yahia Abdenur, ha anunciado su puesta en libertad para hoy. En sus escasos comentarios, como el del jefe de Estado Mayor del Ejército, general Mohamed Lamari, las autoridades dan a entender que no recurrirán a ninguna argucia jurídica para mantenerles entre rejas. Su partido, eso sí, seguirá estando prohibido.

Una declaración desafortunada, a las que Benhadj tiene propensión, o las querellas que las asociaciones de víctimas del terrorismo tienen intención de presentar pueden acabar, sin embargo, devolviéndoles a prisión. A causa de su delicada salud, Madani cumplía condena en su domicilio, mientras Benhadj lo hacía en la cárcel militar de Blida. Los familiares de las víctimas reprochan al imam el haber instigado el terrorismo islamista. La guerra civil larvada que sufrió Argelia desde 1993 costó la vida a cerca de 150.000 personas.

Madani y Benhadj son incómodos no sólo porque gozan de gran popularidad, sino porque pueden ejercer una influencia en las elecciones presidenciales previstas para el año próximo y que, según declaró el general Lamari al diario egipcio Al Ahram, serán abiertas. El Ejército no tiene candidato.