Aznar responde al Grupo Mixto que él evitará que se "desvertebre" España
Los diputados del Grupo Mixto y el presidente del Gobierno, José María Aznar, protagonizaron ayer en el Congreso, como siempre, un duro cruce de acusaciones que suele pasar desapercibido en los medios. Todos los partidos sin grupo coincidieron en denunciar los paulatinos retrocesos en las libertades democráticas que se han producido con la mayoría absoluta del PP.
A todos les respondió Aznar con la misma técnica, que utiliza también con IU: comparando los votos del PP con los de cada uno de ellos. Tanto usó el argumento que José Núñez, del Partido Andalucista, le pidió un respiro: "A veces uno tiene razón aunque esté solo, presidente".
Todos le exigieron mayor desarrollo autonómico, y Aznar argumentó que ya no se puede hacer más porque "sólo dos de cada 10 funcionarios dependen de la Administración central". Además sentenció que esas propuestas nacionalistas sólo apuestan por "desvertebrar" el país, por lo que le tendrán enfrente.
El debate fue duro, aliviado sólo por el humor del diputado de Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta. Sobre todo cuando recordó que el año pasado Aznar le prometió que en Navidades podría ir en AVE a Zaragoza. "Claro que no me dijo de qué año", ironizó. Y sobre "el cachito" de autovía que se ha construido en Teruel, dijo que se ha extendido la idea "de que lo han puesto para que los niños de allí sepan cómo es una autovía y no se asusten al salir de su provincia".
"Berlusconización"
Joan Saura, de Iniciativa per Catalunya, trató de acorralar al presidente con sus "mentiras" sobre las armas de destrucción masiva y le recordó que sus promesas de regeneración democrática han quedado en nada por el proceso de "berlusconización" de España. Aznar apenas le contestó, salvo para acusarle de "derramar lágrimas por la caída de Sadam Husein".
Joan Puigcercós, de Esquerra Republicana, utilizó su tradicional estilo crudo para insinuar que el PP ha recuperado algunas prácticas franquistas y "mantiene a Cataluña bajo un permanente expolio y robo fiscal". Contra el argumento de los votos del PP, Saura y Puigcercós recordaron que el 90% del Parlamento catalán reclama un nuevo Estatuto.
Francisco Rodríguez, del BNG, se enzarzó con el presidente en una discusión sobre el estado de las playas tras la crisis del chapapote, y le reprochó las denuncias contra Nunca Máis y el abandono de Galicia, que "tiene ahora menos ocupados que en 1976".
El choque más duro, como casi siempre, se produjo con Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, quien defendió la decisión del Parlamento vasco de no acatar la orden de disolución del grupo de Batasuna. "Da vergüenza escucharla", le espetó un displicente Aznar.
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