Tamayo habló más de 80 veces con Verdes y Bravo Vázquez desde febrero

Casi medio centenar de veces llamó el diputado tránsfuga Eduardo Tamayo al abogado José Esteban Verdes, afiliado al PP y novio de la concejal popular Paloma García Romero, desde febrero pasado. La mayoría de estos contactos, atribuidos por Verdes a esporádicas consultas para asuntos privados, se concentran en días claves: la jornada electoral y el día de la traición. Seis llamadas el 25 de mayo de Tamayo a Verdes con el teléfono que pagaba el grupo parlamentario socialista, y, nueve conversaciones, el 10 de junio, en plena espantada. "Eso no prueba nada", asegura Tamayo.

"Si sale una llamada de Tamayo el 11-S, parecerá que tengo algo que ver con el atentado de las Torres Gemelas", ironizaba Verdes días atrás. El listado de llamadas que investiga el PSOE a través del teléfono móvil de Tamayo cuyas facturas pagaba el grupo parlamentario socialista no se remonta tan atrás, pero demuestra una persistencia e intensidad notables en sus contactos con el abogado.

Las llamadas de Tamayo a Verdes suman medio centenar desde febrero pasado. Verdes siempre ha sido muy discreto sobre el contenido de tales charlas. "Me hace consultas, le llevo cosas de personas allegadas a él". Tamayo amplia esta versión. "Yo soy abogado, él también. A veces me hacían consultas en el PSOE y yo se las trasladaba a él".Las conversaciones de Tamayo previas a la crisis institucional que provocó con su ausencia del pleno se producen con unos interlocutores a los que ya citó un militante socialista, Enrique de Benedicto, esposo de la diputada Ruth Porta, en su denuncia contra dirigentes de renovadores por la base. El tránsfuga habló con empresarios vinculados al grupo de José Luis Balbás, mentor ideológico del grupo de renovadores por la base. Tamayo llamó con el móvil del grupo parlamentario a empresarios del sector de la construcción, del medio ambiente, de la decoración.

Contactos con pueblos

En el lista de llamadas se incluyen contactos con una alcaldesa del PP, y con personas de confianza de Tamayo en los ayuntamientos de Las Rozas, Humanes, Alcorcón, Collado Villalba o Ajalvir. Sus contactos con el mundo de la construcción y de los servicios públicos pesan tanto como sus contactos con políticos.

El Parlamento regional declaró en la anterior legislatura que la actividad privada de Tamayo, tiene una empresa para la gestión de sus propiedades, era compatible con su dedicación exclusiva en la Asamblea de Madrid. Los servicios del parlamento regional entendieron que era su patrimonio y por tanto no correspondía a su actividad privada.

Tamayo también habló muchas veces en los últimos tres meses con su "amigo" Francisco Bravo Vázquez, el constructor y militante del PP que le reservó habitación en un hotel tras la huida. Las 30 llamadas que hizo al constructor se concentran en días y momentos críticos: en pleno recuento electoral del 25 de mayo. El día de la espantada del Parlamento madrileño le hizo media docena de llamadas. Las llamadas de Tamayo a Bravo dibujan una relación muy estable que el tránsfuga inscribe en el campo de la amistad. Una amistad que le ha valido una querella a Bravo por presunta colaboración en la fuga.