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Perfil | Teruo Takebe

Un japonés del Barça

En contra de los hábitos empresariales dominantes y cuando los puestos de mayor responsabilidad al frente de las marcas automovilísticas instaladas en España han pasado a manos de ejecutivos españoles, desde el pasado día 1 se encuentra, sin embargo, al frente de Nissan Motor Ibérica Teruo Takebe, sustituyendo a Rafael Boronat. La firma japonesa controlada por la francesa Renault ha conseguido salir de una situación difícil gracias, entre otras cosas, a la aplicación de importantes controles de gastos que este ingeniero de 57 años ha aplicado en las plantas japonesas de Tochigi y Oppama y que parece haberse traído a Barcelona. Para asegurar un futuro sólido a la filial española considera imprescindible aplicar medidas drásticas de reducción de costes y contención de gastos y conseguir así mejorar la competitividad frente al resto de las marcas instaladas en España.

La primera medida adoptada en ese sentido bajo su mandato supone la marcha atrás en el expediente de regulación de empleo de 226 trabajadores mayores de 55 años que pensaban abandonar la empresa a partir de mañana.

Tekebe llega tras un año de "transición" en el que se redujo el beneficio casi a la mitad del alcanzado en 2001 y en el que recibió un importante tirón de orejas por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anulando sus intenciones pactadas en el convenio de establecer una doble escala salarial con la incorporación de los nuevos trabajadores.

Ha aprendido de la vida que "la felicidad no llega sola sino que hay que buscarla y requiere esfuerzo". De momento ya se ha comprado una camiseta y una bufanda del Barça, del que se manifiesta seguidor.

Su aterrizaje ha sido más suave de lo previsto tanto por su estancia en México entre los años 1992 a 1995, "con un ambiente parecido" como por unas primeras impresiones mucho mejor de lo que imaginaba. Le han sorprendido "la seguridad que se respira y la amabilidad de las gentes", lo que ha contribuido a que en esta nueva etapa de su carrera profesional no se sienta como un extranjero.

Se muestra orgulloso de que sus hijas, de 22 y 25 años, que de momento permanecerán en Japón, sean capaces de valerse por sí mismas en el extranjero. "Viajar abre la mente", señala, y espera ganarse la confianza de su gente en España convencido, por otro lado, de que con sinceridad y armonía es posible ejercer un "liderazgo exitoso".

SCIAMMARELLA

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