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Reportaje:

Con el ratón en el aire

Un grupo de amas de casa de las Tres Mil Viviendas aprende el manejo básico del ordenador para utilizar Internet

Mati, Tania, Fifí, María del Carmen, Pili, Carmen, Rosi, Luisa... toman el ratón del ordenador en la mano, lo alzan y preguntan a la profesora que cómo se usa. Son amas casa, empleadas de hogar; algunas se dedican a la venta ambulante. Tienen entre 20 y 50 años. La mayoría son de etnia gitana; viven en la zona "de las 600", en los aledaños de las Tres Mil Viviendas, una de las barriadas más deprimidas de Sevilla. Llevan un par de semanas haciendo un curso para aprender a utilizar el ordenador y navegar por Internet. Aseguran que están entusiasmadas con la experiencia y con lo que van descubriendo.

Hasta ahora, prácticamente ninguna de la quincena de alumnas que está haciendo este curso en el IES Joaquín Romero Murube, promovido por Delegación de la Mujer del Ayuntamiento de Sevilla, e impartido por la Maribel Pires, especialista en Internet y en nuevas tecnologías, había tocado un teclado. Pero el miedo inicial ya lo han superado. "El ordenador es muy listo, lo sabe todo. En cuanto te equivocas te avisa", dice Pili, poniendo cara de ingenua. Y Mati, madre de dos niños pequeños, asegura que "la persona que no aprenda esto va a tener dificultades para manejarse en la vida".

Todas son ahora capaces de enviar un correo electrónico, de abrir y cerrar un documento; de chatear. "Quizá nos sirva a alguna para encontrar novio, ¿por qué no?", dicen varias voces a un tiempo. De lo que la mayoría está segura es de que, quizá, lo que están aprendiendo les ayude a encontrar trabajo. "Algunos días hemos dedicado parte del tiempo de clase a buscar ofertas de empleo", comenta Maribel Pires.

La profesora es sevillana. A sus 31 años ya acumula un amplio currículo de enseñante en el manejo del ordenador. Pires fue pionera en el uso de Internet. Titulada en Publicidad y Marketing, Pires no dudó en montar una empresa (Tres Multimedia) y asociarse con otras mujeres entusiastas de las nuevas tecnologías en el colectivo Lider@red, al que pertenecen medio centenar de mujeres, con representación en varias provincias andaluzas.

El curso que ahora imparte Pires es de 30 horas, aunque algunos de los que suele dar duran un año. También se ha especializado en la enseñanza a sordos, esquizofrénicos y, en general, a personas con distinto grado de discapacidad. "Me gusta enseñar a estas personas. Una vez que vences su resistencia se entregan y ya no hay quien les separe del ordenador". Maribel cuenta como muchos esquizofrénicos, fumadores compulsivos que se escapaban de clase cada cinco minutos para fumar un cigarro, terminan por salir "como mucho" un par de veces en las tres horas que dura.

Lo peor es que según Maribel, profesora "con conciencia de género y militante feminista", aclara, "lo peor es que la mayoría de las web no están preparadas para personas discapacitadas". Ella entiende que al menos las páginas web de la Administración deberían corregir estas deficiencias. Y pide que admitan la posibilidad de ampliar la letra o que sean muy claras en sus planteamientos evitando colores "extraños" y movimientos que confundan a estas personas.

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Pires es experta, además, en el diseño de páginas web. "Desde la perspectiva de género" insiste. Y a sus alumnas les recuerda que "a partir de ahora ya pueden comunicarse entre sí desde cualquier ordenador y contarse sus cosas. Y todas asienten. Parece que están satisfechas.

Las mujeres no pierden el tiempo en la Red

Dice Maribel Pires que las mujeres se centran más que los hombres con el ordenador. "Ellas van al grano, a lo concreto, no pierden el tiempo divagando. Si no saben hacer una cosa, enseguida preguntan. Los hombres no, ellos prefieren enredar". También dice esta experta en informática que el género femenino es más intuitivo ante la pantalla que el masculino. "Y las mujeres se concentran mejor que los hombres para alcanzar los objetivos que se han propuesto".

Aún así, Pires, que ha enseñado a varios cientos de mujeres a familiarizarse con el teclado, reconoce que la fobia a las teclas (tecnofobia) sigue siendo una realidad entre ellas. "En Internet se reproducen los roles dominantes y, en mi opinión, este es un mundo muy masculino".

La empresaria asegura que todavía hay bastantes mujeres que tienen "mucho miedo" a acercarse al ordenador. Algo que parece contradictorio e invita a pensar, según ella. "No deja de ser curioso", dice, "ver como este miedo no se manifiesta ante el uso de la lavadora, el microondas o la cocina electrónica".

En cualquier caso, el dicho común: "No, no lo toco, que lo estropeo", es algo que debería ya pertenecer al pasado, exige Pires.

Una mala experiencia al principio, cuando se toma el primer contacto con el ordenador, puede resultar definitiva para cogerle fobia. Por el contrario, si los primeros pasos son positivos y la profesora entusiasma, "el enganche con este maravilloso artilugio electrónico", recalca Pires, "puede ser definitivo". Por eso esta empresaria explica sus clases "haciendo teatro". Escenifica cada concepto. La cabeza es el disco duro; el garaje del coche, donde se guarda la memoria; para minimizar, Pires se esconde debajo de un banco; y para maximizar se pone de pie, se estira y extiende los brazos. "Siempre trato de que todo quede muy claro, empleo un lenguaje asequible y procuro que las palabras sean de su nivel. Los armarios de la cocina son los archivos...

La joven empresaria está convencida de que "las explicaciones muy académicas" para introducir en las nuevas tecnologías a colectivos de personas como con los que ella trabaja, no sirven. Pires prefiere también mostrarle a su alumnado las páginas web que están planteadas más acordes con su forma de pensar.

"Quiero que entiendan que el mundo puede mirarse desde otra óptica; no sólo desde la de los hombres".

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