"Voy a echar de menos tener un referente en la oposición"

Iñaki Beraza, de 47 años, se ha convertido en el alcalde más longevo de Álava. Afronta su quinto mandato consecutivo en Salvatierra, el cuarto municipio de la provincia, al mando de la coalición formada por EA y PNV. Beraza, militante de Eusko Alkartasuna, comparte esa condición con su compañero de partido Pablo Isasi, quien también suma cinco mandatos en Amurrio. En esta ocasión, Beraza ha ganado tres concejales más (suma 9) y encara la legislatura con más poder que nunca, al aglutinar casi todo el voto nacionalista, incluido el que se decantó por Batasuna en las elecciones de 1999.

Pregunta. ¿Le ha sorprendido conseguir una victoria tan apabullante cuando en las anteriores convocatorias había conseguido la mayoría, pero de una forma más ajustada?

"Crearé una comisión de participación ciudadana, pero no tendrá voto"

P. ¿Y cómo piensa gobernar con una mayoría tan amplia?

R. En anteriores etapas, incluso teniendo mayoría absoluta

siempre he dado participación a la oposición en todas las comisiones, incluida la de gobierno. Pero ahora mi gran preocupación es que ya no hay referentes en la oposición. El PSE tiene un concejal que apenas ejerce y la concejal del PP ni siquiera vive en el pueblo y cuando cuestiona alguna decisión siempre es desde un punto de vista formal, de si las decisiones que se adoptan siguen los procedimientos adecuados. Así, Batasuna era la única oposición importante. Ahora, mi gran miedo es saber si las cosas que haga el equipo de gobierno estarán bien, si serán entendidas por la ciudadanía porque no tenemos referentes en la oposición que cuestionen los planteamientos y nos hagan pensar si hacemos bien las cosas. Hecho de menos ese referente. Sin él, existe peligro de morir de éxito. Por eso hay que obrar con cautela.

P. ¿Se está planteando alguna fórmula de participación de los ciudadanos?

R. Sí. No sabemos si las ordenanzas, nuestras propuestas de obra o de organización van a funcionar bien. Por eso necesitamos escuchar a los ciudadanos. Antes se expresaban a través de algunos concejales, sobre todo, de Batasuna, que en la anterior legislatura disponía de tres. Pero ahora no existe esa posibilidad. Estamos estudiando la manera de encauzar esa participación. Sería una especie de comisión para recabar la opinión de los ciudadanos sobre los proyectos del Ayuntamiento, aunque no tendrían voto y su informe no sería vinculante.

P. ¿Cómo han sido sus relaciones con la Diputación de Álava, gobernada por el PP y y que probablemente seguirá así?

R. Mi gran queja es la que no ha prestado atención a la financiación municipal. No hay discriminación por el color político, pero sí veo un maltrato a los ayuntamientos que han exigido la revisión de la norma foral de financiación municipal y nadie les ha hecho caso. Llevamos seis años con la misma norma. La autonomía municipal se consigue a través de la financiación.

P. ¿Cuál es su gran objetivo para la nueva legislatura?

R. El proyecto estratégico es construir un embalse. No se puede hacer ni una vivienda más si no tenemos el agua suficiente. El embalse tendría capacidad para siete hectómetros cúbicos, lo que permite manejar una comarca de 25.000 habitantes. La concesión corresponde a la Confederación Hidrográfica del Ebro, que lo ve con buenos ojos.