Tabío retrata una Cuba alejada del tópico "del ron y la mulata"

El director escribió el guión de Aunque estés lejos con Arturo Arango, como hizo en Lista de espera. En ese caso, la película estaba basada en un cuento de Arango, y esta vez el origen está en el corto de Tabío Dolly Back, protagonizado también en 1986 por Mirtha Ibarra. "Habrá todas las diferencias que se quiera, pero en ambas está presente esa solución de continuidad, ese diálogo de espejos entre realidad y ficción que también está presente en otras películas mías", afirma en las notas del director.

"Aunque estés lejos se desmiente continuamente a sí misma", señaló Tabío. Una actriz y productora (Ibarra) y un guionista (Bárbaro Marín), cubanos, imaginan posibles películas junto a un colega español (Valero), y, a medida que lo hacen y se exponen sus proyectos al espectador, sus propias biografías se van imponiendo a la ficción. Son dos las historias. La de una cubana saxofonista que llega a España con su grupo para tocar en un club y al aterrizar descubre que era una farsa y debe elegir entre volver o prostituirse, y la de una exiliada en Chicago que vuelve a Cuba por unos días y se enamora de un joven.

A la vez que se cuentan estas historias que se cortan para que el espectador vuelva al hilo principal, la película tumba tópicos sobre Cuba. "No tiene una voluntad absolutista. A unos les va bien y a otros mal, como en la vida", afirmó Tabío sobre una película rodada con un presupuesto de dos millones de euros en el centro de Madrid y La Habana, las dos ciudades donde mejor se siente este director.

El largometraje intenta demostrar "que la realidad es algo complejo y difícil de asir, a lo que no se puede poner etiquetas". "Al encasillar las cosas, a veces uno cae en la trampa. Cuando hicimos Fresa y chocolate teníamos terror de cómo iba a apreciarla el público cubano que se supone machista y contrario a la homosexualidad, y resultó que no, que tuvo mucho éxito", relató. Además, Aunque estés lejos propone "que el amor se impondrá a cualquier intento de parcelar el espíritu humano con conductas intolerantes".

Laura Ramos, que encarna a una saxofonista cubana que toca en el metro de Madrid, se mostró encantada pues el próximo lunes obtendrá la residencia en España. "Desde que hice El cuarteto de La Habana [de Fernando Colomo], vivía entre los dos países, y ahora definitivamente aquí.