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Entrevista:

"Llevo 20 años de ventaja en este negocio"

Jodie Foster produce e interpreta 'La peligrosa vida de los Altar Boys'

Es imposible negarle el talento a Jodie Foster porque esta actriz y directora ha dejado muestras de su genio desde que comenzó a trabajar en el cine cuando no tenía poco más de tres años. Cumplidos los 40 y con dos oscars como mejor actriz (por Acusados y El silencio de los corderos), el nombre de Foster sigue siendo el ejemplo que todos los niños prodigios quieren seguir en Hollywood. "Quizá porque siempre se habla de los niños actores que lo pasaron mal al transformarse en adultos y se olvidan de los muchos ejemplos de gente a la que le ha ido muy bien", regatea Foster, madre de dos hijos, Charles y Kit, a los que educará dentro de esta industria "porque es la vida que tenemos, como ser pelirrojo, alto o bajo".

"Espero que la gente no venga a ver la película, o huya de ella, pensando que es un filme de pederastas"
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Lo difícil, en su opinión, es mantener siempre claros los valores que para uno son importantes, una tarea aún más ardua "cuando estás rodeado de niños con zapatillas de deporte de 500 dólares para arriba". Pero ésa es su meta, incluso en el cine que hace, ahora promocionando su última película, La peligrosa vida de los Altar Boys, un cuento adolescente -dirigido por Peter Care y basado en la novela de Chris Fuhrman- en el que, además de actuar, Foster ha dedicado sus últimas energías como productora, y que se estrena hoy en España.

"No fue una mala experiencia", cuenta la actriz, "más bien dura, como todas en las que me he embarcado. Trabajar con directores noveles es muy difícil, porque les tienes que guiar en todos los sentidos en un mundo que desconocen. Por otro lado, es tan excitante; a menudo traen esa pasión que otros directores ya han perdido. Pero en esta ocasión el rodaje coincidió con mis planes de acabar con mi compañía, Egg Picture. A partir de ahora sólo quiero producir las películas que dirija. Sólo me quiero dedicar a mi carrera como actriz y como realizadora".

Pregunta. En ocasiones ha comentado que sus ambiciones profesionales desaparecieron con la llegada de sus hijos.

Respuesta. Sí, y es cierto. No sabría que me ocurriría algo así, pero la verdad es que me es difícil interesarme por algo que no sean ellos. Soy incapaz de dejar de preocuparme por mis hijos y dedicar toda mi atención a otra cosa.

P. ¿Acaso desea para ellos la infancia que nunca tuvo?

R. Mucha gente me dice eso, que como trabajé desde muy niña nunca disfruté de una infancia y la única diferencia es que tuve una infancia poco habitual. Como si se tratara de comparar al hijo del embajador de Japón con un niño criado en una granja en Ohio. Son diferentes, ni mejores ni peores.

P. Sin embargo, su nombre se ha convertido en una figura idolatrada en Hollywood.

R. Un concepto que me es difícil de asimilar, ser consciente de que he trabajado con actores como David Niven, Tom Bosley y Larry Hagman. Se trata de toda una vida que parece que me da 20 años de ventaja en este negocio con respecto a cualquiera de mis coetáneos. Ésa es la diferencia, que ya nunca podré llegar a un rodaje y exclamar aquello de "voy a rodar una película" con sorpresa.

P. ¿Es esta misma experiencia la que le hace más protectora de los jóvenes que trabajan a su lado?

R. Por supuesto. Soy una madraza en los rodajes. Quizá porque recuerdo que no todos los adultos con los que trabajé al principio de mi carrera fueron tan amables. Los hubo incluso bastante incómodos. No todos fueron como Robert de Niro, que no sólo me protegió sino que me brindó toda su ayuda para mi trabajo en Taxi driver.

P. ¿Consideró la posibilidad de cambiar el título de la película ante la ola de escándalos sexuales en el seno de la Iglesia católica?

R. Nunca. Se trata del título de un libro que se considera un clásico, y hubiera sido un insulto al autor. Espero que la gente no venga a ver la película, o huya de ella, pensando que se trata de un filme de pederastas. De todos modos, es un momento muy interesante para la Iglesia católica porque, con la mano en el corazón, si alguien te hubiera dicho hace cinco años que habían acusado a un cura de pederasta, ¿no hubieras dicho eso de cuéntame algo nuevo?

P. Usted también se ha convertido en una de las mujeres ejemplares en Hollywood, una industria que no perdona al sexo opuesto.

R. Son muchos años y éste sí que es un cambio que me ha llegado al corazón porque recuerdo que mientras trabajaba durante mi infancia, era extrañísimo ver a una mujer en la producción, más allá de la maquilladora o la que controlaba la continuidad. Siempre igual, hasta que poco a poco fue cambiando. Lo que me divierte ahora, y digo divertir por decir algo, es que en un momento en que los rodajes están formados por un 60% de hombres y un 40% de mujeres, tienes que irte a las producciones independientes para ver aumentar este porcentaje. Si no, cuanto más grande es la producción, menos caras femeninas verás en el equipo.

Jodie Foster, durante una visita a Madrid.
Jodie Foster, durante una visita a Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ

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