Plata advierte de que los recortes previstos en la reforma de la PAC ponen en peligro la continuidad de las ayudas

El consejero de Agricultura, Paulino Plata, advirtió ayer de que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), además de significar un recorte de las subvenciones que reciben los agricultores, "pone en riesgo el mantenimiento de las ayudas en un futuro".

Tras la reforma de la PAC, aprobada ayer por el Consejo de Ministros de la UE, Plata dijo que la Consejería no ha tenido tiempo todavía de evaluar el impacto económico que tendrá para los agricultores andaluces, si bien avanzó que resultan muy perjudicados los sectores mediterráneos propios de esta comunidad, como el aceite, el algodón y las frutas y hortalizas. Cifró en entre 2.500 y 3.000 millones de euros la merma en subvenciones que supondrá para España dicha reforma como consecuencia de la aplicación de la modulación de las ayudas (hasta el 5% en 2007) y de los mecanismos de disciplina presupuestaria.

Plata denunció que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, haya "ocultado" la introducción de dicho mecanismo, que permitirá que, a partir de 2007, el Consejo de Ministros de la UE proponga recortes cada año para equilibrar el presupuesto agrícola, lo que "abre las puertas" a que se utilice para atender las necesidades financieras de la ampliación de la UE y la reforma de las OCM de productos continentales.

El consejero insistió en que habrá recorte de ayudas hasta el año 2013, por lo que instó al ministro a que envíe otro "millón de cartas" a los agricultores diciendo que "mintió" cuando a finales de 2002 les escribió para garantizar que no habría merma de subvenciones.

Plata criticó la introducción del desacoplamiento de las ayudas -desvincular su cobro de la producción- porque supondrá una "pérdida de legitimidad", ya que los ciudadanos "no entenderán que se paguen subvenciones con independencia de que se produzca o no" y, más adelante, si se desacoplan el 100% de las subvenciones, "se pondrá en peligro su mantenimiento".

Otro problema de la reforma es la complejidad de la gestión en el sistema de pagos, puesto que habrá dos sistemas paralelos uno de pago por hectárea, en función del porcentaje de desacoplamiento fijado para cada cultivo, y otro que se establece por producción. Según el consejero, la reforma se ha cerrado en "falso y de forma provisional" con el objetivo de poder ir con una posición única a la reunión de la Ronda de la Organización Mundial del Comercio. A partir de ahí, advirtió, la UE podría "profundizar" en la reforma aprobada.

Sostuvo también que la modificación de la PAC no responde a las demandas de España ni de la UE y acusó al Gobierno español de "pretender vender la burra" de que la reforma es buena cuando España "ha estado sola" en las negociaciones y "ha perdido la oportunidad de avanzar en una reforma más social y de reparto más justo de las ayudas".