Bruselas y Francia acercan posiciones para desbloquear la reforma de la PAC

Francia, el mayor productor agrícola de Europa, llegó ayer a la tercera ronda del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión con una actitud más abierta al consenso un vez que Bruselas parece dispuesta a ceder posiciones, lo que podría desbloquear la reforma de la PAC (Política Agrícola Común). A esta nueva situación se une el optimismo de países que están a su lado en esta negociación, como España, que considera que sólo quedan "flecos" para aprobar los profundos cambios que la UE pretende introducir en la PAC.

La segunda ronda de negociaciones se suspendió el jueves pasado a petición expresa del presidente francés, Jacques Chirac, que esgrimió la imposibilidad francesa de negociar bajo tanta presión. Ayer, tras cinco días de contactos telefónicos a todos los niveles y en las 15 capitales, se supo que Francia ha abordado con el comisario de Agricultura Franz Fischler las cuestiones más espinosas. Según el rotativo Le Figaro, Francia podría estar dispuesta incluso a desligar de la producción todo el sector del cereal a cambio de no bajar el precio de intervención.

Los portavoces franceses no confirmaron este extremo y una fuente diplomática española aseguró que la Comisión ha accedido a no bajar el precio de intervención de los cereales, un asunto que para Francia era crucial. La Comisión advirtió de que "Francia no está sola y sus posiciones no tienen por qué ser admitidas por los demás, como España o Italia". Pero lo cierto es que Francia era la que mantenía la más dura pugna contra las propuestas de Fischler y que, según los pocos testigos que ayer pudieron seguir la negociación restringida de los ministros, el ambiente era más propenso al acuerdo.

El ministro español Miguel Arias Cañete aludió a los fructíferos contactos habidos desde el jueves pasado para admitir que el acuerdo es más posible que nunca, "siempre que la Comisión mantenga una mayor flexibilidad". Diversas fuentes consideran que el largo consejo iniciado el 11 de junio podría terminar hoy con un acuerdo histórico para el campo europeo. Que la ministra alemana, Renate Künast, anunciara su inaplazable vuelta a Berlín para mañana fue otro motivo de esperanza.