Unos insectos similares a las abejas se perfilan como instrumentos naturales
El control y la erradicación de determinadas plagas, en especial la de los pulgones, tienen una solución natural. Una familia de dípteros, los sírfidos, de los que se conocen unas 5.400 especies en todo el mundo, depositan sus huevos cerca de los pulgones, y cuando nace, la larva de estos dípteros se alimenta de pulgones, por lo que contribuyen al control biológico de estas plagas. El estudio de las aplicaciones, funciones y usos de estos insectos -similares a la abeja, pero que no pican-, que también colaboran en la polinización, reunió la semana pasada en la Universidad de Alicante a medio centenar de expertos procedentes de 22 países en un congreso internacional.
María Ángeles Marcos lleva más de 20 años investigando estos insectos. "Los sírfidos son enemigos naturales de las plagas, garantizan un control eficaz y proporcionan importantes beneficios", explica la profesora de la Universidad de Alicante, adscrita al Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (Cibio), en referencia a que con este sistema natural se reduce la cantidad de plaguicidas y de insecticidas químicos a aplicar en las plantas. Esta técnica se está aplicando en varios países europeos y en los Estados Unidos, y en España la unidad de investigación de Biología y Control Biológico de Plagas, perteneciente al Cibio, está investigando sobre la acción beneficiosa que estos insectos pueden ejercer en invernaderos de la comarca de la Vega Baja.
Las larvas se alimentan durante toda su vida de pulgones hasta que forman un pupario del que emerge el sírfido adulto volador, que, tras alimentarse de polen y néctar de las flores -"son magníficos polinizadores y buenos indicadores de la biodiversidad", recuerda Marcos- volverá a depositar sus huevos en las plantas, cerca de las colonias de pulgones. Esta alternativa "eficaz, esperanzadora y libre de riesgo" de control biológico permite reducir el uso de productos químicos biocidas, ya que "el uso de enemigos naturales de las plagas reduce el nivel poblacional de las especies de plagas sin ocasionar problemas de contaminación ni de residuos. Es una alternativa que, cuando avancen las investigaciones y sepamos más sobre la biología de estos insectos, nos ayudará a mantener la biodiversidad", augura Marcos.
Los sírfidos son el grupo de dípteros mejor conocidos desde el punto de vista faunístico en la mayor parte de los países europeos. En el ámbito iberobalear su conocimiento es aún incompleto. La península Ibérica alberga una diversa fauna de sírfidos. A modo de ejemplo, María Ángeles Marcos afirma que 125 especies se encuentran catalogadas, pero que posiblemente constituyan sólo el 60% de las especies ibéricas de sírfidos que se estima que hay. Estos insectos viven en la mayor parte de ecosistemas terrestres, incluyendo zonas litorales, montañas, desiertos y áreas urbanas o agrícolas.
Con motivo del citado congreso, el Cibio editó el primer catálogo mundial de sírfidos, que recopila todos los datos de estos insectos hasta el año 2000, así como su relación con las plagas y con las plantas.
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