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Hondarribia acogerá una incineradora para los dos lados de la frontera

La Mancomunidad del Txingudi, que integra a Irún y Hondarribiad, y el Ayuntamiento de Hendaya suscribieron ayer un convenio para la instalación de una incineradora de residuos urbanos que tendrá un uso transfronterizo. La futura incineradora tratará las basuras generadas por los cerca de 90.000 vecinos que viven a ambos lados de la frontera. Tendrá capacidad para dar servicio a unos 150.000 habitantes, su coste ascenderá a 36 millones de euros y estará ubicada en la zona de Zaldunborda, en Hondarribia. Comenzará a construirse a mediados de 2004.

Irún y Hondarribia financiarán un 72,4% del coste de los estudios técnicos y Hendaya pagará el resto. La Mancomunidad del Txingudi se hará cargo de la contratación y ejecución de la obra pública y del mantenimiento de la planta, así como de la expropiación o adquisición de los terrenos necesarios para su instalación. El municipio francés abonará a la Mancomunidad una cantidad anual en función de los costes de la gestión y explotación de la incineradora.

En la actualidad, Irún y Hondarribia vierten sus basuras en el vertedero de San Marcos -situado entre Oiartzun y San Sebastián-, que se colmatará en 2006. Hendaya, por su parte, utiliza el vertedero de Bittola, en Urrugne (Francia), cuya vida útil finaliza este año, aunque ha obtenido una prórroga hasta 2004.

La incineradora del Bidasoa se englobará dentro de la red de infraestructuras de "valorización energética" incluidas en el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos 2002-2016 de Guipúzcoa, aprobado en julio pasado por la Diputación, que prevé la construcción de una a tres plantas para el tratamiento de las basuras en esta provincia. La del Bidasoa se sumará a la incineradora que se instalará en el área de Donostialdea, que integra a San Sebastián y los nueve municipios de su entorno en la Mancomunidad de San Marcos. Este organismo acordó a finales de febrero pasado instalar una incineradora con capacidad para tratar 140.281 toneladas anuales. Su coste ascenderá a 55,9 millones y otros siete millones anuales de mantenimiento.

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