Europa asume el uso de la fuerza contra Irán y Corea del Norte si no renuncian al arma nuclear
Los Quince exigen a Teherán que coopere sin condiciones con la agencia nuclear de la ONU
Europa lanzó ayer la más grave y seria advertencia a Corea del Norte e Irán para que renuncien a tener armas nucleares. Al primero le insta a que "desmantele su programa nuclear de manera patente, verificable e irreversible" y al segundo a que firme "de manera urgente e incondicional" los protocolos de colaboración con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA). De forma más explícita, el Consejo Europeo suscribió ayer "los principios y medidas" aprobados el lunes por los ministros de Exteriores, que incluyen el uso de la fuerza frente a países que tengan armas de destrucción masiva.
La posibilidad de acudir a la fuerza como último recurso es vista todavía como una hipótesis alejada por los líderes europeos, pero "es una opción que existe en la legislación internacional", como señaló ayer un portavoz oficial de la presidencia griega de la UE. En la citada reunión de ministros de Exteriores, y en el capítulo relativo a las armas de destrucción masiva, se incluyó la posibilidad de "considerar, en el caso de que hayan fracasado las medidas políticas y diplomáticas, medidas coercitivas, incluido, como último recurso, el uso de la fuerza en conformidad con la Carta de Naciones Unidas". Es ése uno de los principios que ayer asumieron los jefes de Estado y Gobierno de la Unión, que al capítulo sobre armas de destrucción masiva incluido en el borrador inicial de conclusiones de la cumbre agregaron finalmente otros dos concretos sobre Corea del Norte e Irán.
En el genérico sobre armas, los líderes señalan que "la proliferación de armas de destrucción masiva y de sus vectores constituye una amenaza extremadamente grave para la paz y la seguridad internacionales". La UE, agrega, "continuará siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos" y "cooperará con otras partes actuantes" para abordar "retos específicos". En ese contexto, "exhorta a Corea del Norte a desmantelar de manera visible, verificable e irreversible sus programas nucleares y volver al pleno cumplimiento de las obligaciones internacionales de no proliferación", mientras "hace también un llamamiento a Irán para que se muestre plenamente transparente" con el OIEA, la agencia nuclear de la ONU.
En el apartado añadido sobre Corea del Norte, se va más lejos: su programa nuclear "socava el régimen de no proliferación", por lo que los líderes europeos piden a ese país "que se abstenga de cualquier acción que pudiera agravar aún más el problema", desmantele sus programas "de manera verificable e irreversible, como un paso fundamental para facilitar una solución pacífica" y "vuelva a respetar plenamente sus obligaciones internacionales".
En cuanto a Irán, los líderes expresan "su profunda preocupación ante ciertos aspectos" del programa nuclear, como "la centrifugadora de uranio". Por eso, exigen que colabore "sin reservas" con el OIEA "en todas sus actividades nucleares" y "firme, ratifique y aplique, de manera urgente e incondicional" los protocolos para permitir visitas por sorpresa de inspectores de ese organismo. Tony Blair, quiso sin éxito incluir un ultimátum a Irán para dejar en suspenso las negociaciones del acuerdo de cooperación entre Teherán y la UE.
El Consejo Europeo "acogió favorablemente" el documento sobre la Estrategia de Seguridad de la Unión que había presentado a la cumbre Javier Solana, responsable de Política Exterior, que ayer se declaró "muy feliz" por ello. "No puedo estar más satisfecho", comentó tras los elogios que le dirigieron en público la mayoría de los líderes. "La Unión está resuelta a afrontar sus responsabilidades", señala el documento de conclusiones de la cumbre. "Apoyaremos la prevención de conflictos, promoveremos la justicia y el desarrollo sostenible y ayudaremos a afianzar la paz y a defender la estabilidad tanto en nuestra región como en el resto del mundo".
No todo fueron parabienes. También hubo algún pero. El Gobierno español califica el informe de "estupendo punto de partida", pero cree que debe concretarse bajo qué condiciones podrá utilizarse la fuerza, incluir referencias a Latinoamérica o encajar la política internacional frente al terrorismo con las propias de los Estados de la Unión. Públicamente, José María Aznar dijo que es "un documento ambicioso". "Deja claro, como he venido repitiendo, que no hay alternativa a la relación con EE UU. (...) Que diga que se puede actuar de manera preventiva es por lo menos interesante".
Los más entusiastas en las alabanzas al documento de Solana fueron los ministros de Exteriores de Alemania y Francia, Joschka Fischer y Dominique de Villepin, respectivamente. Los dos, como su colega sueca, Anna Lindh, precisaron que hay que reflexionar sobre cómo, cuándo y en qué condiciones usar la fuerza antes de que el documento quede aprobado finalmente en diciembre.
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