"No vamos a negociar la soberanía de las islas Falkland"
La vieja disputa por las islas Malvinas ha vuelto a tocar las puertas del Reino Unido, en concreto la del despacho de Bill Rammell, responsable para Latinoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores británico. Rammell fue contundente en su respuesta a la petición del nuevo Gobierno argentino de descongelar las negociaciones, interrumpidas durante la década de los noventa. "No vamos a negociar la soberanía de las islas, nuestra posición es clara y conocida, y el Gobierno argentino la entiende muy bien", afirmó el pasado miércoles Rammell en Madrid, donde se ha reunido con su par español en el marco de la creciente cooperación entre el Reino Unido y España con respecto a Latinoamérica.
Pregunta. Después de más de 10 años de silencio en la disputa por las Malvinas, el nuevo Gobierno argentino del presidente Néstor Kirchner llevó el lunes pasado ante el Comité de Descolonización de la ONU la petición de vuelta a las negociaciones. ¿Cuál es la posición del Reino Unido?
Respuesta. La posición del Reino Unido con respecto a la soberanía de las islas Falkland [nombre británico de las islas] es bien conocida. Estamos comprometidos con la autodeterminación de las islas y no vamos a negociar su soberanía, a menos que sus habitantes así lo quieran. De todas maneras, continuaremos con el incentivo de la cooperación, en línea con los progresos efectuados en los años recientes, en áreas como pesca y comunicaciones.
P. ¿Piensa que la nueva política argentina con respecto a las Malvinas puede afectar las relaciones entre ambos países?
R. No, nuestra posición es muy clara y conocida. Pienso además que es entendida
muy bien por el Gobierno argentino. Ahora esperamos ansiosamente trabajar con el presidente Kirchner y el nuevo Gobierno, con el cual las relaciones están en buena forma. Estamos seguros de que será posible.
P. En los últimos meses ha habido renovados contactos entre el Reino Unido y España para aumentar la cooperación con respecto a Latinoamérica. ¿Cómo está funcionando este trabajo?
R. Para ambos países las relaciones con Latinoamérica son particularmente importantes y tenemos una muy fuerte coincidencia en que necesitamos reformas en la región, para las que hay pocos incentivos. Buscamos iniciativas conjuntas para brindar una ayuda práctica en este sentido. Por ejemplo, mantenemos contactos con Mercosur, que por el momento es una entidad comercial pero que puede convertirse en una unión políticamente más amplia. Estamos evaluando cómo podemos usar nuestra experiencia en procesos de integración con la UE.
P. Después de seis meses de Gobierno, ¿qué expectativas mantienen con respecto a Brasil?
R. Está funcionando mejor de lo que mucha gente esperaba. Es fundamental el éxito del presidente Lula para el futuro de las reformas en Latinoamérica. Otra prioridad es Colombia. Queremos demostrar nuestro apoyo a los esfuerzos del presidente Uribe. Pero lo que el Reino Unido también le ha comunicado directamente al presidente es que las organizaciones de derechos humanos deben ser una parte importante de la solución.
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