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NOTICIAS Y RODAJES

Paco Mir, de Tricicle, debuta como director con una comedia de intriga

Pablo Carbonell interpreta 'Lo mejor que le puede pasar a un cruasán'

Pablo Miralles es un individuo casposo, guarrete, holgazán, tiene una considerable pinta de pelma y, encima, empina el codo. ¿Les parece que Pablo Carbonell da el personaje? A Paco Mir, uno de los tres componentes del grupo teatral Tricicle, sí, del todo. Por eso, pensó en el polifacético artista para que diera vida en el cine al tal Pablo Miralles, hasta el momento pura creación literaria salida de la pluma del tercer Pablo en liza, éste apellidado Tusset, que hace un par de años publicó su primer libro, una novela humorística y de tintes detectivescos titulada Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (Lengua de Trapo). La película basada en ella, con la que Mir debuta como director, empezó a rodarse la pasada semana en Barcelona, más o menos en los mismos escenarios donde transcurren las andanzas de este híbrido entre Carvalho y Torrente.

¿Qué le interesó a Mir de la novela? "Me divirtieron mucho los personajes, y me gusta que sea un libro muy dialogado. No sé... Es todo muy visual, al menos a mí me lo parece", responde el actor, que a su vez firma el guión. "¿Visualizó enseguida a Pablo Carbonell mientras leía las barrabasadas de Miralles?". "Sí", contesta Mir, "aunque también se me aparecía Benito Pocino, el actor que hace de Mortadelo en la película de Fesser".

La trama de Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (producida por Ovideo, del grupo Mediapro) es lo de menos, la gracia de la novela -y la que espera Mir que tenga el filme- está en los personajes y en sus locas relaciones y conversaciones. Pero, para quien no haya leído el libro, ahí va un resumen: el hermano de Pablo Miralles, Sebastián (José Coronado), desaparece en extrañas circunstancias, y su cuñada Gloria (Marta Belaustegui) y su ex novia Fina (Nathalie Seseña) se empeñan en que él lo busque. La investigación, si es que se puede llamar así, desencadenará toda clase de hilarantes situaciones a cual más marciana.

Paco Mir confiesa que el trabajo de adaptar la novela no ha sido sencillo. "Es más fácil escribir que adaptar, porque en este caso representa un esfuerzo añadido tener que respetar al autor y el espíritu del libro, y cuesta mucho reproducir la mirada del escritor, que en esta novela, al menos, tiene un peso importante".

En su línea habitual y ayudándose de su particular humor, Pablo Carbonell -que, según Mir, "aparece en el 120% de los planos del largometraje"- define Lo mejor que le puede pasar a un cruasán como "una película de James Bond, pero metafísica" y a su personaje como "un ser repulsivo, en el que hay algo de épico". Revela Carbonell que cuando leyó el libro de Tusset, no lo entendió. "Me quedé a la mitad. Pensé que era una novela policiaca, y no me interesó. Luego, cuando leí el guión, me dije: '¡Caramba!, pero si es pura metafísica".

Ya en plan serio, si es que eso es posible, el músico, actor, showman y presentador de televisión asegura estar encantado con el proyecto y, sobre todo, con el director, "un tipo que adora trabajar y que no deja ningún cabo suelto".

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