"Sendero Luminoso se ha pasado al bandolerismo"

La oleada de huelgas que ha paralizado Perú durante varias semanas y el breve secuestro de 71 trabajadores a cargo de Sendero Luminoso han dejado por los suelos la popularidad del presidente Alejandro Toledo. Según una encuesta difundida el pasado lunes por la empresa Apoyo, sólo el 11% de los peruanos respalda la gestión de Toledo, el nivel más bajo desde su elección, hace dos años.

A pesar de que Perú registra el ritmo de crecimiento económico más rápido de América Latina (un 5,2% en 2002) y de tener la inflación y el déficit público bajo control, la población del país andino no acaba de notar una mejoría en su nivel de vida. El ministro de Relaciones Exteriores, Allan Wagner, que concluyó ayer una visita de trabajo a España, declaró a EL PAÍS que no tendrán que esperar demasiado.

"La impopularidad del presidente Toledo es el coste de una política económica responsable"

Pregunta. Perú da la impresión de estar siempre al borde del estallido social. ¿Por qué no llegan a la población los beneficios del crecimiento económico?

Respuesta. El hecho de que durante cuatro años la economía peruana haya estado en recesión ha ocasionado que el 64% de la población se encuentre bajo la línea de la pobreza y el 25% en la extrema pobreza, cifras desconocidas en Perú. Hay una enorme cantidad de desempleados y semiempleados que naturalmente desean que la democracia se traduzca en una mejora de sus condiciones de vida y, básicamente, en un empleo. Aquellos que ya lo tienen quieren mejor remuneración. Ante esta situación caben dos grandes opciones: una es tender hacia el facilismo y asaltar la banca, es decir, descarrilar el presupuesto y entrar en políticas populistas que significarían un alivio momentáneo pero una catástrofe nacional a medio plazo, o bien perseverar en las políticas económicas responsables, que en el caso del Perú están propiciando un crecimiento superior al 5% al año, y entretanto construir un puente entre el corto plazo y el medio plazo, para hacer que los beneficios económicos sean más tangibles para la población.

P. ¿A qué se debe la impopularidad del presidente Toledo?

R. En buena medida es el coste político de esas políticas económicas responsables. Pero también se debe al freno de las demandas sociales durante la época de Fujimori, a su autoritarismo, a los cuatro años de recesión económica y al estado de pobreza en que dejó al país. ¿Cómo superar esta situación? A través de un entorno internacional que propicie la creación de empleo y, al mismo tiempo, a través del ejercicio permanente del diálogo y la concertación política.

P. ¿Ha resucitado Sendero Luminoso?

R. Cuando [el líder de Sendero] Abimael Gumán fue apresado, la organización depuso las armas y desapareció. Una columna se resistió y permaneció en la zona de la selva central de Perú, cerca de la zona cocalera. Si el análisis que se está haciendo sobre el reciente secuestro es correcto, significaría que este grupo se ha pasado al bandolerismo. Por tanto, no es correcto hablar de un rebrote de Sendero Luminoso en Perú, sino de un proceso de degeneración, en términos de lo que era la ideología de la organización, hacia una forma de bandolerismo.

P. ¿Cuánta gente integra esa columna?

R. Se habla de un centenar de personas, y en esta acción participaron unos sesenta. Todo esto no quiere decir que podamos confiarnos y bajar la guardia; 30.00 muertos y más de 200.000 millones de dólares en pérdidas no nos permiten ni siquiera pensar en dar el más mínimo margen de acción al terrorismo.

P. ¿Afectarán acciones como ésta y las revueltas sociales al desarrollo del turismo en Perú?

R. La gente, si estudia mínimamente la situación, se dará cuenta de que en Perú no hay ningún peligro.