La ONU otorga a las tropas de EE UU otro año de inmunidad ante la Corte Penal
El Departamento de Estado recomendó a los europeos que votaran a favor para evitar fricciones
Estados Unidos arrancó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo año de inmunidad frente a la recién creada Corte Penal Internacional (CPI). En la votación hubo, sin embargo, tres abstenciones, las de Francia, Alemania y Siria. La tensión entre Washington y la Unión Europea quedó de nuevo al descubierto, y la prórroga irritó a numerosos Gobiernos y organizaciones humanitarias. Kofi Annan exigió a la delegación estadounidense que dejara de buscar una inmunidad permanente. Según Annan la demanda de impunidad "socava" la autoridad y la legitimidad de la CPI.
La Corte Penal Internacional se ha convertido en un foco de conflictos en la relación entre estadounidenses y europeos. Bill Clinton firmó el Tratado de Roma por el que se creó el tribunal, con el objetivo de perseguir crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos a partir del 1 de julio de 2002, siempre que los países donde los delitos hubieran ocurrido fueran incapaces de hacer justicia por sí mismos. Pero George W. Bush se desvinculó del tratado en cuanto llegó a la Casa Blanca, y lanzó una amplia ofensiva diplomática para conseguir acuerdos bilaterales que garantizaran la inmunidad de sus ciudadanos y soldados ante la CPI. Según Bush, la CPI podía ser utilizada para acosar injustamente a la hiperpotencia con "denuncias frívolas".
Estados Unidos ha firmado ya 37 de esos acuerdos bilaterales e intenta atraerse a los países del Este europeo aspirantes al ingreso en la UE y recién integrados en la OTAN. La presión de Washington es intensa e incluye represalias a quienes se nieguen. Eslovenia dijo ayer no a una delegación estadounidense, la cual anunció de inmediato que el país centroeuropeo perdería los cuatro millones de dólares anuales concedidos por Washington en concepto de ayuda militar. La misma amenaza fue formulada al Gobierno de Croacia.
La UE, como bloque, respalda a la CPI y se opone a los tratados bilaterales. Bruselas ha advertido a los países aspirantes al ingreso que eviten firmar acuerdos con Washington, porque entrarían en contradicción con la política común. "Eslovenia actuará en línea con la UE", dijo ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores de Lubliana.
Francia y Alemania trasladaron la posición común europea al Consejo de Seguridad y se abstuvieron cuando se votó la prórroga. El Reino Unido y España, los otros dos países europeos en el Consejo, votaron a favor. Fuentes de la delegación española hicieron notar que la inmunidad no sólo beneficiaba a Estados Unidos, sino a otros países que, como Rusia y China, no habían ratificado la constitución de la CPI y podían participar en misiones de mantenimiento de la paz patrocinadas por la ONU.
Amenazas
Como el año pasado, Washington amenazó con retirar sus fuerzas de países como Bosnia o Afganistán si no se les garantizaba un año más de inmunidad frente a cualquier acusación ante la CPI. A regañadientes, el Consejo de Seguridad aceptó, entre protestas como la de Canadá, cuyo embajador hizo notar que el tribunal disponía de mecanismos para evitar acusaciones infundadas y denunció la posición estadounidense.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, hizo un duro discurso en el que exigió a Estados Unidos que dejara de buscar exenciones permanentes y no pidiera ninguna otra prórroga, porque ello socavaba a la CPI y erosionaba "la legitimidad de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU". El embajador francés, Michel Duclos, justificó su abstención por el hecho de que mantener la impunidad de Estados Unidos ante el tribunal internacional debilitaba la credibilidad de la institución.
Annan, además, aseguró que la inmunidad es "innecesaria" porque en la historia de la ONU nunca se ha juzgado a un miembro de una misión de paz por uno de los delitos sobre los que tiene jurisdicción la CPI, como es genocidio, crímenes contra civiles y crímenes de guerra.
El delegado estadounidense, James Cunningham, dijo que el Tratado de Roma contenía "fallos irreparables" y afirmó que la resolución que añadía otro año de prórroga era un compromiso que debía ser respetado por todos los demás países. Pero el boicoteo de Washington al tribunal sufrió el miércoles un duro golpe por parte de China. Su embajador ante la ONU, Wang Ying-fan, anunció que su Gobierno estaba "considerando positivamente" la posibilidad de ratificar el Tratado de Roma e integrarse en la CPI.
La semana pasada, el Departamento de Estado recomendó a los europeos que votaran a favor de la prórroga y evitaran hacer declaraciones contrarias a la posición de Washington para "no añadir nuevas tensiones a las relaciones transatlánticas".
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