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CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

El Gobierno y el PP responsabilizan a Zapatero de "su crisis" en Madrid

Rato pregunta al PSOE "cuál es su criterio de elección de altos cargos"

El Gobierno, el grupo parlamentario popular y el PP salieron ayer en tromba a responder a las acusaciones de que los diputados díscolos habrían sido sobornados por alguien cercano a los populares. Lo hicieron responsabilizando al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de "su crisis", y reclamándole que "no eche basura" contra el PP. El vicepresidente Rodrigo Rato preguntó a Zapatero "cuál es su criterio para la elección de altos cargos y para discernir entre la compatibilidad de las actividades públicas y privadas".

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El vicepresidente Rodrigo Rato, el secretario general del PP y ministro, Javier Arenas, el ministro José María Michavila, el portavoz del Grupo Parlamentario en el Congreso, Luis de Grandes, su portavoz adjunto, Ignacio Gil Lázaro, el portavoz popular en el Senado, Esteban González Pons, el coordinador de comunicación del PP, Rafael Hernando... Todos, uno tras otro, reclamaron ayer al PSOE que afronte "su crisis" y no intente "poner el ventilador" de "forma miserable" contra el PP para intentar "ocultar así su incompetencia", para buscar "una conjura que no es más que la conjura de los necios".

El más duro fue el vicepresidente Rato. En una conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados, recordó que los expulsados -Eduardo Tamayo, Teresa Sáez y ayer José Luis Balbás- "eran personas que habían jugado papeles importantes incluso en el proceso de elección del señor

Rodríguez Zapatero". Y apostilló: "Por tanto, no entiendo que se trate de pedir explicaciones a los demás".

Rato citó a Joaquín Leguina para continuar su andanada. "Esos señores estaban en las listas

[a la Comunidad de Madrid], según dice el señor Leguina, por indicación expresa del señor Zapatero y el señor Blanco". Y siguió: "Habida cuenta de que esos señores tenían una actividad que no era secreta, pues tendrá que explicar el señor Zapatero cuáles son sus criterios para la elección de altos cargos".

Quizá para resarcirse de las acusaciones que el PSOE le lanzó durante el escándalo de Gescartera, Rato le dijo a Zapatero a través de los periodistas: "Hay un tema que le he oído en muchas ocasiones y ahora le pregunto: ¿cuál es su criterio para discernir en la compatibilidad de las actividades públicas y privadas? porque si su criterio es el que hay en las listas de la FSM, todos debemos sacar conclusiones".

El vicepresidente económico aseguró que en este caso "no ha habido sorpresas". Lo argumentó así: "No hay más que oír las declaraciones del presidente del PSOE, del señor [Manuel] Chaves para ver que aquí no ha habido sorpresas y que estos señores han actuado como todo el mundo se esperaba. Que estaban en lo que estaban".

Tras esa acusación, Rato reclamó explicaciones. "El señor Zapatero y el señor Blanco tienen mucho que explicar a sus votantes y a todos los madrileños". Y preguntó si la crisis continuará: "Cabría preguntarse si en esa lista hay más personas que pueden responder a las mismas características".

Luis de Grandes, también en conferencia de prensa en el Congreso, insinuó que la crisis en la FSM es la punta del iceberg de una lucha fratricida en el PSOE. "Se pregunta quid prodest, a quién beneficia. La respuesta es que a cualquiera menos al señor Zapatero. Todo parece indicar que beneficia a todos lo que, por detrás, aspiran a lapidar al señor Zapatero". De Grandes habló incluso de "cónclaves felipistas, cumbres del guerristas y desolación entre los zapateristas" para describir la situación creada tras la ausencia de Tamayo y Sáez del pleno de la Asamblea de Madrid el pasado martes.

El Gobierno, la dirección del PP y de los grupos parlamentarios de ese partido en el Congreso y en el Senado desgranaron, con una catarata de voces, que "el problema del PSOE es que no tiene liderazgo, ni equipos solventes, ni unidad interna. Sigue siendo sólo la pura yuxtaposición de familias". El PP rememoró las ocasiones en las que el PSOE ha gobernado "gracias a tránsfugas", y recordó que en la guerra de Irak "aplaudían la búsqueda de un disidente del PP e incluso forzaron una votación secreta".

Aguirre, con Juan José Güemes (izquierda) y Luis Eduardo Cortés, tras entrevistarse con Concepción Dancausa.
Aguirre, con Juan José Güemes (izquierda) y Luis Eduardo Cortés, tras entrevistarse con Concepción Dancausa.B. PÉREZ

El ejemplo balear

El PP mantiene que la crisis abierta en la Asamblea de Madrid ha estallado "en el minuto cero, pero era previsible que ocurriera algo escandaloso antes o después". Fuentes del PP aseguran que el pacto de Gobierno que pretendía liderar Rafael Simancas no iba a ser sólo "un acuerdo entre dos partidos, lo que siempre es difícil, sino entre más de media docena de grupos enfrentados desde hace años". Recuerdan que tanto en la FSM como en IU de Madrid son conocidas las discrepancias entre familias. "La FSM es una coalición de tendencias y de grupos de interés" y "antes o después iban a surgir las diferencias".

Con esta argumentación, desde el PP mantienen que "una buena solución" para la crisis es que el PSOE "logre convencer" a sus diputados díscolos para que entreguen su acta y corra el turno. "Les han acusado de corruptos; si les convencen podrán decir a cambio de qué", ironizan. Y añaden que, aunque se solucione así la crisis, habrá otra: "Esto va a ser mucho mejor que Baleares. Podemos ganar en 2004 sólo con el ejemplo de Madrid en manos de esa coalición".

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