"Por encima de los dos corruptos hay una trama inmobiliaria que se conocerá"

José Blanco, secretario de Organización del PSOE, se ha visto en el ojo del huracán de la crisis en la Comunidad de Madrid por la relación frecuente y casi amistosa que mantenía con uno de los desertores, Eduardo Tamayo, y con el mentor del grupo al que pertenecen los dos disidentes -Renovadores por la base-, José Luis Balbás. A éste último le suspendió ayer de militancia. Blanco reconoce que convocó a Tamayo después de que desde la FSM se lo pidieran ante los rumores de que "algo le pasaba". "Me negó todo, porque los atracadores no avisan el día anterior a cometer el atraco", dice Blanco. El dirigente socialista coloca en muy segundo plano a los "dos corruptos políticos" y subraya la supuesta "trama inmobiliaria" que, según los datos del PSOE, está detrás de la deserción que puede impedir que Rafael Simancas sea presidente de la Comunidad de Madrid.

"Esto ha ocurrido porque Simancas dijo que iba a modificar la Ley del Suelo"

"Se trata de una corrupción política para subvertir el resultado de las urnas"

Pregunta. ¿Cómo definiría usted lo que ha pasado en la Comunidad de Madrid?

Respuesta. Se trata de un escándalo de corrupción política para subvertir el resultado de las urnas y torcer la voluntad de los ciudadanos.

P. Para usted no ha debido ser una sorpresa del todo puesto que convocó en su despacho a uno de los dos desertores, Eduardo Tamayo, la noche anterior a la votación de la presidencia de la Asamblea.

R. Sí, le llamé. Me llegaron rumores difusos de que éste individuo tenía un comportamiento extraño. Le llamé para preguntarle exactamente qué le pasaba y si había algún problema. Salvo que se quejó de no ser muy bien tratado, él y su grupo, por la dirección de Madrid, me negó todo; me negó cualquier problema grave o serio. Claro, los atracadores no avisan el día anterior a cometer la fechoría.

P. En su partido dicen que usted tenía un trato muy estrecho con Tamayo. Se sentirá usted especialmente decepcionado.

R. Estoy indignado y avergonzado. Este sentimiento lo comparten muchos compañeros, sobre todo por la decepción que hemos causado a los ciudadanos, ante los que sólo podemos disculparnos y asegurarles que vamos a hacer lo imposible para que se respete su voluntad.

P. También se ha visto usted en la necesidad de abrir expediente disciplinario a otro militante, José Luis Balbás, jefe de Renovadores por la base.

R. En esta situación tan grave eso es una anécdota. Ese señor ha defendido la actitud de estos sujetos, de estos golpistas, porque lo que han hecho es dar un golpe a la democracia, y creo que eso es suficiente para justificar mi decisión.

P. ¿Qué le parece la afirmación del diputado madrileño Joaquín Leguina responsabilizándole a usted de que los dos fugados fueran en la candidatura por expreso deseo suyo?

R. Yo comprendo muy bien la indignación de Leguina y de otros muchos compañeros. No quiero polemizar. Sólo precisar que ambos ya eran diputados antes de que yo les conociera y que la candidatura fue avalada por todos los órganos del partido, regionales y federales.

P. ¿Cree que en su partido le pedirán cuentas a usted e incluso al secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, por tener a estas personas entre sus amigos?

R. La verdad es que la nómina de presuntos amigos se incrementó mucho después del 35º Congreso, pero puede comprender que en un colectivo de 500.000 personas siempre puede haber algunos sinvergüenzas. Yo tengo relación con ese colectivo y con otros muchos del partido. Y este personaje, José Luis Balbás, no era una excepción. No sé si alguien me va a pedir alguna explicación. Lo que sí puedo decir es que en estos dos días he recibido muchísimas muestras de afecto que me han emocionado, especialmente de la FSM.

P. Los ciudadanos, que no tienen por qué conocer la vida intrincada de los partidos, se preguntan por qué puede haber gentes así en una organización política.

R. Perdone, pero yo me pregunto si no llama más la atención que haya especuladores que tratan de alterar el resultado de unas elecciones utilizando la debilidad de algunas personas. Y todo esto ha ocurrido porque Rafael Simancas dijo durante su campaña que en los despachos oficiales no iban a entrar los especuladores, y porque dijo que iba a modificar la Ley del Suelo. Y a partir de ahí empezó el ruido de cheques.

P. Entonces, ¿usted cree que el supuesto temor al Gobierno de coalición PSOE-IU no es por Izquierda Unida sino por el PSOE representado por Simancas?

R. Puede ser, porque para determinados sectores Rafael Simancas es muy conocido desde su actuación como concejal del Ayuntamiento de Madrid, donde denunció la especulación inmobiliaria y urbanística. Los especuladores que están pendientes de algunas recalificaciones muy importantes vieron en este compromiso de Simancas un cerrojazo a sus ambiciones. Pero sólo estos tienen temores. Los ciudadanos, de todas las clases sociales, saben que no tienen nada que temer, porque las operaciones de esos grupos inmobiliarios sólo les benefician a ellos.

P. Pero con su discurso, Rafael Simancas aparece como un revolucionario.

R. (Risas). No, no. Sus avisos son razonables para intentar detener a la coalición de los especuladores y beneficiar a la inmensa mayoría de los ciudadanos.

P. Usted denuncia la existencia de una especie de mafia del ladrillo, a modo de poder fáctico que quiere superponerse a las urnas, en una vuelta a las denuncias clásicas de la España de la transición.

R. Claro que hay una trama inmobiliaria, por encima de dos corruptos políticos, que se conocerá pronto, y tendrán que rendir cuentas ante la Justicia.

P. ¿Esa trama opera en Madrid?

R. No puedo contestar a eso porque cuando reunamos todos los datos los llevaremos ante la Justicia.

P. ¿Ustedes, como partido, están llevando la investigación, o han contratado a expertos?

R. Nos están llegando muchos datos, muchos. Y los dos personajes fugados saben que todo se va a saber. Todavía confiamos en que renuncien a las actas de diputados y las devuelvan al partido. La acción de la Justicia, la presión social y la denuncia de los partidos políticos debía ser suficiente para que estos dos abandonen sus escaños. Aunque es verdad que el PP todavía no ha pedido a estos corruptos políticos que abandonen el escaño.

P. Pero el PP pide elecciones para no contar con esos votos.

R. Sí, sorprende la lentitud en contar los votos la noche del 25 de mayo y las prisas por repetir las elecciones. Nosotros tenemos 47 votos por voluntad popular, y ahora 45; y el PP, al que no acuso de nada, con su actitud contribuye a que se secuestre la voluntad popular. Les pedimos que rememos todos juntos para que se cumpla la voluntad popular. Si estos dos no devuelven el escaño, el PP cargará con el no haber hecho nada para restablecer la mayoría que salió de las urnas, y con la sospecha de complicidad con los instigadores de esta trama.

P. Y si finalmente se convocan elecciones, ¿qué dirán a los ciudadanos?

R. Les pediremos que hagan una apuesta masiva contra los especuladores y contra quienes los protegen.