Piqué insta al empresariado a aumentar sus inversiones en investigación tecnológica

El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, dijo ayer que una de las asignaturas pendientes de la economía española sigue siendo la falta de inversión en innovación y desarrollo tecnológico (I+D), por lo que animó al mundo empresarial a asumir un mayor protagonismo en esta faceta si de verdad quiere mejorar su competitividad en los mercados internacionales. "En estos momentos", señaló el ministro, "en España la inversión en investigación es del 1% del PIB, la mitad que la de nuestros vecinos europeos, y para ir bien a finales de esta década debería ser un promedio del 3%".

Piqué hizo estas declaraciones en Rialp (Pallars Sobirà), donde pronunció la conferencia inaugural de la 14ª edición de la Trobada al Pirineu, un foro de debate económico que reúne a unos 200 representantes de las principales empresas catalanas. El ministro invitó a los empresarios a aprovechar mejor el nuevo marco fiscal y tributario una vez superada la confusión generada por la interpretación "restrictiva y contraproducente" de la misma que estaba haciendo el Ministerio de Hacienda y que desanimaba a los empresarios a solicitar exenciones fiscales por las inversiones tecnológicas realizadas.

En este sentido, Piqué añadió que su ministerio pondrá en marcha este mismo mes una oficina que se encargará de expedir certificados a las empresas que lo soliciten y que serán vinculantes para la Agencia Tributaria con efectos desde el pasado 1 de enero. "Lo ideal sería que esta oficina estuviera colapsada de peticiones", afirmó.

Guerra de Irak

El ministro de Ciencia y Tecnología consideró positivo que hayan sido las empresas españolas Cepsa y Repsol las que se hayan adjudicado dos de los seis primeros contratos de petróleo en Irak. "Todos hemos de contribuir a reconstruir Irak", comentó, "un país destrozado durante la dictadura de Sadam Husein, que en 1979 tenía una renta per cápita similar a la de España y que hoy tiene unos niveles de pobreza extraordinarios. Por eso, el esfuerzo de reconstrucción tiene que ser descomunal y a través de la cooperación internacional. Tenemos que congratularnos si en ello pueden colaborar las empresas españolas. En este caso, el hecho de haber llegado primeros puede comportar más ventajas, aunque a veces ir por delante también tiene el problema de que puedes recibir las primeras bofetadas, pero espero que las cosas vayan bien".