Andalucía tendrá un nuevo reglamento arqueológico para evitar los expolios

Andalucía contará con un nuevo reglamento de actividades arqueológicas, que aprobará el Consejo de Gobierno de la Junta el próximo martes, adelantó ayer en Sevilla la consejera de Cultura Carmen Calvo en la apertura del curso La protección penal del patrimonio histórico andaluz al que asistieron 16 fiscales de toda la comunidad. El encuentro es el primero de un programa destinado a crear fiscales especializados en temas de flora y fauna, ordenación del territorio y patrimonio histórico, explicó ayer Jesús García Calderón, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

"Los bienes arqueológicos son los más frágiles de nuestro patrimonio histórico, especialmente los subacuáticos, y es uno de los ámbitos en los que se cometen más ilegalidades por eso hace tres años que nuestros técnicos cooperan en la formación de los cuerpos de seguridad del Estado. Se trata de que todos los implicados en la vigilancia y protección del patrimonio arqueológico sepan cómo abordar estos temas", comentó ayer la consejera de Cultura Carmen Calvo.

"El patrimonio arqueológico es el más débil y está más amenazado, porque se encuentra muy disperso. Por eso, tras nueve años de experiencia, hemos considerado necesario revisar el reglamento de 1993", explicó la consejera, quien no adelantó el contenido del decreto ley, puesto que el Consejo de Gobierno podría introducir modificaciones antes de su aprobación; pero sí afirmó que endurecerá las sanciones para los que expolian mediante el uso de detectores de metales (piteros).

Según la consejera, el patrimonio histórico andaluz está "dignamente conservado" como ha reconocido la Unesco en muchos de sus informes. "La sociedad es ahora más consciente que antes de que tiene que conservar su patrimonio. Actualmente la gente cuando va a comprar algún objeto se plantea sí es legal o no", apunta Calvo.

El curso, que finalizará hoy, presta un especial interés al patrimonio arqueológico subacuático. El Estrecho de Gibraltar y el Caribe son, según los expertos, las zonas más ricas del mundo en patrimonio subacuático. La ponencia que ofrecerá hoy Luis Lafuente, Subdirector General de Protección del Patrimonio Histórico y representante del Ministerio de Cultura en la Unesco, se titula La nueva protección del patrimonio subacuático.

Según el documento que presentará Lafuente, por "patrimonio subacuático se entiende todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico y que hayan estado bajo el agua por lo menos durante cien años". La legislación internacional al respecto pide "alentar un acceso responsable del público al patrimonio subacuático in situ, con fines de observación o documentación, para favorecer la sensibilización del público; salvo en caso de que el acceso sea incompatible con su protección".

"Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en la protección del patrimonio es la existencia de una defectuosa estadística criminal", apunta Jesús García Calderón, Fiscal Jefe del TSJA. "Si una persona expolia un yacimiento y se abren unas diligencias previas, estamos hablando de hurto; mientras que si sustrae un objeto de un museo, se trata de robo. Ninguno de los casos se contabiliza como un delito contra el patrimonio histórico, en el código se refieren a estos delitos como derribos o daños por imprudencia a bienes culturales", añade García Calderón.

Según el Fiscal Jefe, estos cursos de formación, que se prolongarán durante dos años, pretenden que en cada provincia existan dos o tres fiscales medioambientales que estarán especializados en una o varias de estas ramas: flora y fauna, ordenación del territorio y patrimonio histórico.

Para Pilar Barraca, Secretaria de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español -organismo colegiado del Ministerio de Cultura-, disertó ayer sobre El mercado de bienes culturales. "El tráfico ilícito en Andalucía es mayor en objetos romanos; simplemente porque aquí abundan los yacimientos romanos y estos objetos son muy atractivos para el mercado. La creaciones de leyes específicas y la formación de los fiscales son instrumentos muy válidos para luchar contra el expolio", concluye.