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270 obras de arte sacro trazan la historia de Caravaca de la Cruz

La rehabilitada iglesia de la Compañía de Caravaca de la Cruz abrió ayer sus puertas para acoger la exposición La ciudad en lo alto, que se compone de 270 obras, entre ellas libros, orfebrería, piezas arqueológicas, tejidos, mapas e instrumentos musicales, y que tiene como finalidad realizar un recorrido por la historia de esta ciudad que en 2003 celebra su primer Año Jubilar.

El recorrido histórico que plasma la exposición tiene como piedra angular la devoción en torno a la Vera Cruz, auténtico símbolo de la cristiandad que se ha extendido con el paso de los años, y cuyo origen fue, según apuntan los teólogos, su aparición en el siglo XIII en esta localidad murciana, lo que provocó la conversión del rey morisco y de todos sus súbditos.

Así, la muestra, incluida dentro del Proyecto Huellas, auspiciado por la Fundación Cajamurcia, se ha estructurado en tres secciones, tal y como explican el comisario de la exposición, el catedrático de Historia del Arte por la Universidad de Murcia Cristóbal Belda, y el responsable del montaje de la obra, el arquitecto Pablo Puente. La primera se denomina La morada de los dioses y en ella se pueden ver objetos procedentes de las antiguas civilizaciones de la zona, las culturas mediterráneas, los cartagineses y finalmente los árabes. Destaca una estatua togada de dos metros de altura, que fue encontrada en Cartagena el pasado 26 de diciembre y que es la primera vez que se puede contemplar, así como la estatuilla de Sommus del siglo II, descubierta en la localidad murciana de Jumilla, y cedida por su actual propietario, el Antiken Museum de Berlín.

Colección de cruces

El segundo paso se titula La Cruz colocada en la fortaleza, y en él se recoge una amplia colección de cruces, cuya referencia principal es la aparecida en Caravaca en el siglo XIII. Además, se incluyen pinturas de los príncipes, reyes y ministros relacionados con Caravaca y su historia. Destaca el óleo La visión de Constantino, de Francisco Herrera, procedente del hospital de la Caridad de Sevilla. También incluye un exvoto de mediados del siglo XVIII procedente de una iglesia austriaca que muestra la expansión de la divinidad de la Vera Cruz, un relicario en oro del Lignum Crucis de la Catedral de Sevilla y un retrato de Mariana de Austria, de Juan Carreño Miranda.

La tercera parte se denomina Al amparo de la Cruz, y pone de manifiesto el modo de vida en la Baja Edad Media, así como el asiento de las órdenes religiosas en Caravaca, para finalmente hacer referencia a la caída del antiguo régimen.

La exposición se inauguró ayer sin actos oficiales por el reciente accidente de tren de Chinchilla, y se clausurará el próximo 29 de octubre. La sede de la misma es la iglesia de la Compañía, que ha sido restaurada con fondos del Ministerio de Fomento y que en la actualidad es propiedad del Ayuntamiento de Caravaca, que la ha cedido a la Fundación Cajamurcia por seis meses para que se desarrolle esta exposición.

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