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Reportaje:

La voz de la conciencia de Trillo

La diputada María del Carmen Sánchez se ha convertido en 'portavoz' del malestar de las Fuerzas Armadas

María del Carmen Sánchez se considera una persona afortunada porque, a pesar de su juventud, tiene 34 años, ha logrado hacer de su pasión por la política, su profesión. Esta diputada socialista por Cádiz, a quien todos llaman Mamen, se ha convertido en foco de atención de los medios por su labor de denuncia en la Comisión de Defensa del Congreso. Es el azote del Ministro de Defensa, Federico Trillo.

Hace dos meses advirtió al Gobierno sobre el malestar de las tropas andaluzas que se veían obligadas a trasladarse a zonas de conflicto, en misión humanitaria, a bordo de aviones contratados a países de la antigua Unión Soviética, que no reúnen las condiciones "óptimas", según figuraba en el texto. El Gobierno respondió que no le constaba ese malestar de los soldados. Desgraciadamente, unas semanas después, el 26 de mayo, uno de los aviones se estrelló en Afganistán provocando la muerte de 62 soldados.

Su pasión por la política le viene de lejos. Recuerda que cuando tenía apenas 12 años, mientras que sus amigas se dedicaban a jugar, ella se empleaba en "la lectura de artículos políticos en la revistas y seguía los debates parlamentarios por la tele".

Seguramente entonces no alcanzaba a valorar que España vivía los primeros años de la democracia, que el primer gobierno de Felipe González estaba a la vuelta de la esquina, y que el país había dejado atrás una etapa gris de su historia. Dice que la mayor influencia ideológica que recibió en su adolescencia fue la de su abuelo que era "una persona culta, que hablaba de política y que añoraba a sus seis hermanos perdidos durante la dictadura".

Ese mensaje caló en Mamen. A los 18 años ya colaboraba con el Partido Socialista. Fue activista de movimientos vecinales en su ciudad, Jerez de la Frontera (Cádiz). Participó en asociaciones de defensa de la mujer y de los jóvenes. Participó en dos ocasiones como candidata socialista al ayuntamiento de Jerez, pero la fuerza andalucista de Pedro Pacheco impidió que obtuviera su acta de concejal.

En 2000 su partido la incluyó en la lista a la elecciones generales y, ya en Madrid, se hizo cargo de la representación socialista en la comisión de Defensa. "No fue un puesto dado por mi relación con la actividad de Defensa, sino por la importancia que tiene en la provincia de Cádiz lo militar". Ese verano paso sus vacaciones leyendo El libro blanco de la Defensa y, para inicios del curso político, se enfrentó con compromisos tales como el intento de desafectación de suelo militar en la playa de Camposoto, en San Fernando (Cádiz), y la denuncia de la citación de los 1.200 empleados civiles de la base de Rota.

Desde entonces, asegura haber mantenido vivo el compromiso personal de hacer oír las quejas de los militares y sus familiares, que ven restringidos su capacidad de denuncia interna. Además está dedicada a la atención de la mujer en el nuevo ejercito profesional español. Aquí recuerda que el Gobierno ha incumplido su compromisos de crear un órgano interno de defensa de las mujeres militares. "Lo que pretendemos es que tengan un sitio a donde dirigirse en caso de reclamaciones o demandas de asesoría y de medios de protección".

Desde su actual cargo critica que a la sociedad española se le hurtara el debate sobre el modelo de ejercito profesional que precisa el país. " Todo se hizo muy rápido, no sé con que fin, y ahora nos enfrentamos a las consecuencias". El debate sobre el modelo de profesionalización del ejercito "aun está pendiente, como está también el referido a la mejora de la calidad de sus condiciones laborales y personales". Sánchez asegura que en sus años de labor política ha conseguido "una rica agenda de contactos", y que aun hay mucho por denunciar, aunque reconoce que este es un tema "delicado".

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