Cientos de militares se manifiestan en Marruecos para exigir mejoras
Entre 300 y 400 militares, en su mayoría soldados, del cuartel de Missur (en el este de Marruecos) iniciaron a principios de semana un movimiento de protesta para exigir una mejora de sus condiciones de vida y denunciar supuestas prácticas delictivas del coronel que manda la plaza, al que han expulsado del acuartelamiento.
La información sobre este amotinamiento, que llevó a los militares a concentrarse ante la sede del Gobierno Civil, fue publicada por los diarios marroquíes L'Indépendant y As Sabah. Este último dedicó ayer un editorial al asunto en el que reconoce que pueden producirse "injusticias" dentro de la institución castrense, pero que la solución debe tramitarse "a través del reglamento interno en vigor".
El comandante en jefe de la Gendarmería, general Husni Benslimane, se ha desplazado a la zona para apaciguar a los militares descontentos, que han redactado un manifiesto de agravios que desean hacer llegar al rey Mohamed VI, según otras fuentes. La Gendamería ha estado encargada en Marruecos de vigilar al Ejército, algunos de cuyos jefes intentaron dar dos golpes de Estado hace 30 años.
Ésta es, según L'Indépendant, la primera vez que se produce en Marruecos una protesta castrense colectiva de estas dimensiones. Hace ahora un año salió de la cárcel el capitán de la fuerza aérea Mustafá Adib, condenado a dos años por "ultrajar al Ejército". Adib había denunciado el tráfico de carburante con el que se enriquecía el coronel que mandaba su unidad. Dos suboficiales, Ibrahim Jalti y Jamal Azzaïm, están también encarcelados en Souk el Arbaa por retener a sus superiores jerárquicos con el propósito de demostrar su supuesta corrupción.
La fiscalía de Casablanca ha instado, por otra parte, a la policía judicial a proceder al interrogatorio del periodista Mustafá el Alaui, director del semanario Al Usbue, que en su último número recoge un comunicado de la organización islamista Assaika, hasta ahora desconocida, en el que reivindica los atentados del pasado 16 de mayo, en los que murieron 31 personas además de los 12 kamikazes que los provocaron. Tal publicación constitye, según la fiscalía, "una vulneración del orden y de la seguridad y un instrumento solapado para sembrar el pánico entre los ciudadanos y fomentar la duda sobre las circunstancias en las que fueron perpetrados estos atentados odiosos". Por tal motivo, Alaui podría ser procesado y su publicación prohibida.
Huelga de hambre
El 21 de mayo, un tribunal de Rabat ordenó el cierre de los semanarios Demain y Dumane y condenó a su director, Alí Lmrabet, a cuatro años de cárcel por "ultraje al rey". Lmrabet ingresó en la cárcel y, anteayer, el tribunal de apelación rechazó la petición de libertad condicional formulada por sus abogados pese a que el condenado lleva un mes en huelga de hambre.
El diputado de CiU Carles Campuzano ha escrito una carta al embajador de Marruecos en España, Abdesalam Baraka, en la que le pide que Lmrabet recupere la libertad. El senador nacionalista catalán Josep Varela ha formulado una pregunta al Gobierno sobre las gestiones que está haciendo para lograr su excarcelación.
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