Gordon Brown comunicará el lunes su veredicto contra el euro
El ministro de Economía británico, Gordon Brown, considera que no se han cumplido los requisitos mínimos para la adopción del euro en el Reino Unido, decisión que expresará el lunes en su intervención ante la Cámara de los Comunes, según aseguró ayer The Times. El periódico británico señala que durante la reunión del Gabinete celebrada el pasado jueves se aprobó un compromiso sellado entre el primer ministro, Tony Blair, y Gordon Brown en torno a la postergación de la adhesión al euro. Brown manifestará ante los Comunes que no es el momento oportuno y que, por tanto, no se celebrará un referéndum sobre la entrada del Reino Unido a la moneda única europea antes de las próximas elecciones generales.
El Gobierno debe anunciar el lunes si la economía británica ha alcanzado los cinco puntos necesarios para una eventual adopción. La convergencia de los ciclos económicos entre la zona euro y el Reino Unido, la flexibilidad de la economía británica, que debe ser capaz de absorber los movimientos derivados de la adhesión, así como las previsiones de inversiones, crecimiento y empleo, son algunos de los puntos que están en consideración.
El debate en torno al euro ha desatado diferentes versiones entre la prensa, que ha asegurado que la importancia que Blair otorga al euro le ha movido a ofrecer un acuerdo con Brown para que éste se convierta en el sucesor laborista del primer ministro a cambio de apoyar la celebración de un referéndum poco después de las próximas elecciones generales.
En esta línea, The Guardian publicó ayer un documento que, según el periódico británico, es la primera prueba escrita del acuerdo sellado en 1994 entre los actuales primer ministro y ministro de Economía, Tony Blair y Gordon Brown, en el que Blair aceptó seguir las líneas económicas de Brown a cambio de su apoyo dentro del Partido Laborista. El documento, escrito en seis párrafos de una sola hoja, habría sido redactado el día después del famoso encuentro a solas entre Blair y Brown en un restaurante del barrio de Islington.
