_
_
_
_

Repsol no empezará a sacar el fuel del 'Prestige' hasta dentro de un año

El Gobierno anuncia ahora que el próximo otoño sólo se efectuarán ensayos

Xosé Hermida

Las cerca de 50.000 toneladas de fuel que se sospecha contienen aún los tanques del Prestige seguirán en el fondo del mar al menos un año más. El Gobierno y Repsol anunciaron ayer que hasta la primavera de 2004 no podrán acometer el plan para intentar extraer el combustible mediante un sistema de absorción por gravedad. El anuncio fue realizado en presencia del vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy y del presidente de la Xunta, Manuel Fraga.

Más información
El Parlamento Europeo pide la inmediata extracción del fuel del 'Prestige'

Las previsiones iniciales de la compañía petrolera, contratada por el Ejecutivo para la operación, apuntaban a que el primer intento de acabar con la amenaza que representa el fuel que sigue vertiendo el Prestige se llevaría a cabo el próximo otoño.

Repsol ha retocado algunos detalles del proyecto original para vaciar los tanques del Prestige que presentó hace más de dos meses. Se mantiene el sistema de absorción por gravedad, que pretende aprovechar el flujo natural del fuel en lugar de bombearlo por medios mecánicos, como había pedido el comité científico que en su día asesoró al Gobierno. Pero las esferas metálicas ideadas en un primer momento han sido desechadas y ahora Repsol anuncia que utilizará grandes bolsas o lanzaderas para tratar de recoger el fuel a 3.800 metros de profundidad.

Lo más llamativo, sin embargo, es el retraso de los plazos de la operación, confirmado ayer en Santiago en un acto al que asistieron el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, junto a otras autoridades y directivos de Repsol. El vicepresidente de la compañía petrolera, Miguel Ángel Remón, admitió que si bien los trabajos empezarán en otoño, como se había anunciado, el intento de extraer el combustible no se podrá acometer hasta abril de 2004 y, en el mejor de los casos, no estaría concluido antes de junio de ese año.

De momento, Repsol utilizará este verano cuatro robots para sellar las fugas que aún persisten en los restos del petrolero y que, según los cálculos oficiales, vierten al día una a dos toneladas de fuel. Las pruebas con las lanzaderas se realizarán en otoño, y luego se hará una pausa invernal, a la espera de que amainen los temporales, antes de emprender el intento definitivo. El éxito de la operación depende de que el combustible se mantenga lo suficientemente fluido. Aunque su estado actual es muy viscoso, Repsol cree que haciendo grandes aberturas en el pecio se podría recoger en las lanzaderas. En ningún caso se solidificará, pero existe la posibilidad de que deje de fluir si sigue enfriándose. Para esa eventualidad, la compañía petrolera dispone de la alternativa de construir una gran marquesina que impediría la difusión del fuel derramado por el petrolero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Razones presupuestarias

El acto de ayer en Santiago dejó patente que en la operación también pesan las razones presupuestarias. El propio Fraga pidió aclaraciones al vicepresidente de Repsol al percatarse de que éste sólo hablaba de la construcción de una marquesina cuando en realidad hay dos pecios, ya que la proa y la popa están separadas por más de un kilómetro de distancia. "Supongo que se harán dos", aventuró Fraga. "Veremos", le respondió Remón. "Ésa es una decisión económica. Por lo que sabemos, en la popa queda poco fuel". La operación, según el presidente de Repsol, costará 50 millones de dólares en el mejor de los casos, y el doble en el peor.

Los partidos de la oposición no tardaron en clamar contra el retraso en los trabajos. El PSdeG-PSOE lo calificó de "gravísima irresponsabilidad", mientras el BNG anunciaba una "nueva agonía" para la pesca gallega, y la organización ecologista Greenpeace denunciaba que la espera de un año "aumenta el riesgo de nuevas mareas negras". Las críticas también llegaron de la plataforma Nunca Máis, que ayer presentó la manifestación que ha convocado para el próximo día 14 en Bruselas, a la que se han adherido grupos ecologistas de toda Europa. Nunca Máis anunció que después del verano constituirá una "comisión de la verdad", compuesta por técnicos independientes, para tratar de esclarecer todo el episodio del Prestige. Ese movimiento ciudadano ha tomado esta iniciativa para suplir la ausencia de investigaciones parlamentarias.

Imagen del batiscafo <i>Nautile</i>, utilizado para sellar grietas del <i>Prestige.</i>
Imagen del batiscafo Nautile, utilizado para sellar grietas del Prestige.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_