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Aznar y Jettu acuerdan "refundar" las relaciones entre España y Marruecos

Habrá cumbre en octubre y apoyo a la candidatura marroquí para los mundiales de fútbol de 2010

Hubo ayer en la finca que el Estado tiene en Quintos de Mora, en Toledo, "mucho optimismo" y no menos satisfacción por el resultado "sumamente positivo" del encuentro campestre que el presidente del Gobierno, José María Aznar, celebró con su homólogo marroquí, Driss Jettu. Los dos mandatarios hicieron votos por "refundar sobre bases más sólidas" las relaciones entre sus dos países tras la profunda crisis de los últimos 20 meses. Pero no ocultaron las dificultades. "In-sha-alá, ojalá", dijo Aznar cuando se le preguntó si se abre una nueva época.

Jettu, que explicó las tensiones pasadas como el producto de "malentendidos hoy ampliamente superados", aseguró que "Marruecos será siempre un socio ideal, privilegiado, para España" y se mostró "muy sensible y agradecido" por el apoyo que Aznar le prometió para la candidatura de su país a ser sede de los mundiales de fútbol de 2010.

El otro resultado concreto de la primera entrevista del presidente español con el de Marruecos desde hace tres años fue el acuerdo de que la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN), la cumbre anual prevista por el Tratado de Amistad y Cooperación de 1991, que no se convocaba desde 1999, se celebre "en la segunda quincena de octubre".

Fue Aznar el único de los dos dirigentes reunidos que tuvo un protagonismo en el desarrollo de las tensiones bilaterales, el más cauto a la hora de pintar el futuro, pese a que destacó la "excelente relación de comunicación" que mantiene con Jettu "desde hace mucho tiempo".

Su prudencia quedó de manifiesto cuando reconoció que el clima de entendimiento "no quiere decir que tengamos exactamente la misma visión sobre todo", y más aún cuando afirmó: "Ni Jettu ni yo queremos trabajar sobre hipótesis más o menos ilusionantes que luego no se vean respaldadas por los hechos". Aznar concluyó que hay que esperar los resultados de la RAN para calibrar el nuevo tono de unas relaciones que "no en todas las etapas" han tenido el contenido de "estrecha amistad y confianza política" deseable.

También fue cauto Aznar cuando habló de la inmigración, el principal problema desde el punto de vista español. "Sabemos las dificultades que tenemos que afrontar, pero hay compromisos serios y profundos que esperamos que sean respetados", dijo.

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Jettu se declaró "optimista por naturaleza" e insistió en que "las relaciones entre los dos países no se han resentido" por las tensiones políticas. Como prueba, afirmó que las exportaciones de Marruecos a España han crecido un 60% desde el año 1998, mientras que las españolas a Marruecos subieron un 30% en el último año. También destacó las inversiones de las eléctricas españolas en su país, la de Altadis en la fábrica nacional marroquí de tabaco, por un monto de 1.500 millones de dólares, y aseguró que Fadesa, una empresa española "está muy bien situada" en un importante proyecto turístico de costa, próximo a la frontera con Argelia.

El Sáhara y el terrorismo fueron los dos temas políticos principales de las tres horas largas de conversación que los dos líderes mantuvieron entre encinas y olivos en torno a una mesa sobre la que se sirvió gazpacho de bogavante, paella de pintada, medallones de merluza a la romana y tarta de obleas con frutas del bosque. Para acentuar el tono campero de esta cita en lo que George W. Bush llama "el rancho de Aznar", el presidente del Gobierno se llevó a su perro Fico, un cocker con fama de peleón.

Ambos coincidieron en rechazar la posibilidad de que la ONU imponga una solución sobre el futuro de la ex colonia española, y el marroquí reiteró que su Gobierno está dispuesto a conceder un amplia autonomía al Sáhara, pero siempre bajo su soberanía.

Jettu aseguró, por otra parte, que los últimos atentados de Casablanca "iban contra la opción de Marruecos, que ha elegido Europa, democracia, libertad, respeto de los derechos humanos, promoción de la mujer y Estado de Derecho". Aznar apoyó expresamente "el proceso de democratización que está poniendo en marcha Su Majestad Mohamed VI". Jettu dijo que se va a acelerar como respuesta a los atentados.

El primer ministro marroquí se enfrentó a una pregunta sobre el periodista Alí Lmrabet, condenado a cuatro años de cárcel por publicar cosas que son cotidianas en cualquier país democrático. Jettu aseguró que "Marruecos es país del sur del Mediterráneo donde la libertad de prensa está mejor garantizada". "No es una realidad cotidiana, sino una reivindicación", dijo. "Yo confío en la justicia de mi país", añadió tras recordar que ayer se vio en Rabat la apelación del periodista condenado. Sus abogados rechazaron el tribunal.

José María Aznar con el primer ministro marroquí, Driss Jettu, ayer en Quintos de Mora (Toledo).
José María Aznar con el primer ministro marroquí, Driss Jettu, ayer en Quintos de Mora (Toledo).RICARDO GUTIÉRREZ

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