CiU prepara el terreno para cerrar pactos municipales con el Partido Popular
Duran alerta de los riesgos de que la federación imite el discurso soberanista de Esquerra
Menos de una semana ha durado en Convergència i Unió (CiU) la tesis de dar prioridad a los acuerdos municipales con Esquerra Republicana (ERC). La dirección nacionalista ha decidido dar un viraje a su estrategia de pactos por dos motivos: la creciente oposición interna a la línea oficial y las más que probables duras condiciones que pondrá ERC para alcanzar acuerdos. Ante este escenario, la cúpula de CiU estrenó ayer un nuevo discurso con el propósito de preparar a su electorado para posibles pactos con el PP. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, se puso manos a la obra y alertó del peligro de que CiU pierda su "centralidad política" y se convierta en una imitación de ERC.
Miembros del Gobierno catalán y dirigentes de CiU habían mostrado esta semana su firme rechazo a pactar a priori con los independentistas de Esquerra, tal como acordó la ejecutiva de la federación a la mañana siguiente de las elecciones. En su opinión, CiU debería mantener cierta ambigüedad y abrir el abanico de pactos a otras fuerzas políticas. Primar los acuerdos con ERC y radicalizar el discurso nacionalista provocaría, alertaban, una fuga de votos hacia el Partido Popular, en especial, en el área metropolitana de Barcelona.
El sector soberanista, en cambio, era partidario de aprovechar el tirón de los republicanos en las municipales y favorecer la formación de gobiernos nacionalistas en los ayuntamientos. Se trataba, por tanto, de allanar el camino con vistas a un posible pacto tras las autonómicas de otoño.
Pero además a la dirección de CiU las condiciones de Esquerra les parecen, en algunos casos, abusivas. Por ejemplo, en la Diputación de Girona, donde los republicanos exigen la presidencia pese a ser la tercera fuerza. Y esta semana el líder independentista, Josep Lluís Carod Rovira, advertía a CiU de que aplicar la ley de 1987 en la composición de los consejos comarcales y no la reforma del pasado mes de abril -que salió adelante pese al voto en contra de CiU- no favorecía hipotéticos acuerdos.
Los dirigentes de CiU se han aplicado al final el consejo que les dio el presidente del Gobierno, José María Aznar, en plena campaña electoral. "CiU ha emprendido una carrera de radicalismo que les va a llevar a perder ¡Allá ellos! Pues cuando se juega a radicalismo siempre ganan los radicales, pues la gente prefiere al auténtico que al que se disfraza", afirmó Aznar en un mitin en Barcelona.
Duran Lleida apareció ayer en la rueda de prensa posterior a la ejecutiva de Unió con la lección aprendida. El líder democristiano aseguró que CiU no debe sucumbir a la tentación de "ir hacia donde lleva el viento político" y convertirse en una imitación de Esquerra si en otoño quiere conservar el Gobierno de la Generalitat. CiU debe, por tanto, mantener y reforzar la "centralidad política" que le ha dado la victoria durante 23 años e impedir que su discurso escore hacia la izquierda o la derecha.
Si el discurso de la centralidad ha dado tan buenos resultados, ¿por qué cambiarlo? Duran se respondió a sí mismo: "Para recuperar los electores no hemos de inventar grandes cosas ni cosas nuevas, sino reforzar hasta otoño la centralidad y nuestra opción como fuerza política de centro", manifestó el líder de Unió. Duran admitió que esta opinión también es compartida por Jordi Pujol y Artur Mas.
Aunque en su comparecencia ante los medios de comunicación el líder democristiano avisó de una "peligrosa" aproximación hacia el discurso tanto de Esquerra como del PP, en su intervención ante el comité de gobierno Duran aludió tan sólo a un posible viraje de CiU hacia las tesis republicanas y soberanistas.
Horas después, la plataforma de apoyo a Artur Mas, presidida por Joan Ramon Colomines, abundó en esta misma idea y señaló, en un comunicado, que la pretensión del conseller en cap de tener "un mensaje nuevo y diferente al de Jordi Pujol" y la "obsesiva política de sobreponerse al mensaje de ERC ha dado como resultado una estrategia equivocada que desorienta al electorado y no sirve para nada". Así, la plataforma sostiene que se "ha perdido la centralidad del mensaje típico del nacionalismo posibilita" y que Mas "en lugar de ser el pal de paller es el radical, por lo que Mas no es creíble ni por historia, ni por talante ni por ideología".
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