Zapatero pone a Madrid como modelo de su futuro Gobierno "innovador y respetuoso"

Los socialistas ya son conscientes de que el PP va a mantener con fuerza su estrategia, inaugurada en la campaña electoral, de tildarles de radicales y extremistas, ligarles de manera permanente a Izquierda Unida -"los comunistas"- y arremeter personalmente contra el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Por estas razones, el líder socialista aprovechó ayer los compromisos de moderación y diálogo del futuro presidente de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, para señalar que ese Gobierno "innovador y respetuoso" marcará la pauta del suyo en 2004

"Hemos conseguido la renovación y la cohesión y ahora vamos a hacer el mejor programa "

Una semana después de las elecciones del 25 de mayo, los socialistas pudieron ayer celebrar los resultados de las elecciones autonómicas de Madrid, que llevarán al socialista Rafael Simancas a la presidencia de esa comunidad. La lentitud en el recuento de votos, que los socialistas denuncian como acto deliberado, impidió no sólo que el PSOE pudiera brindar por colocar al frente de esa comunidad a un socialista sino que provocó que la noche electoral de los socialistas fuera triste porque sólo se conocían las plazas perdidas o no ganadas. Ayer se resarcieron con una fiesta en Madrid, a la que acudió el líder de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, con el secretario de Organización, José Blanco, y otros miembros de la ejecutiva federal como Enrique Martínez. Militantes y dirigentes socialistas de todas las familias, como el diputado José Acosta, las eurodiputadas Francisca Sauquillo y Elena Valenciano, el portavoz de Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio de Penagos, y compañeros de su corriente como Antonio García Santesmases, acudieron al acto, para expresar su apoyo a Rafael Simancas. También acudió el anterior secretario general del PSOE, siempre muy vinculado a Madrid, su federación, Joaquín Almunia.

"A todos los socialistas de Madrid, enhorabuena, habeis ganado las elecciones; Madrid ha votado cambio y Rafael Simancas, presidente", clamó Rodríguez Zapatero entre aplausos de cientos de militantes socialistas que se apiñaron en el Invernadero del Palacio de Cristal del distrito de la Arganzuela. Y por unos minutos más siguieron los mensajes de ánimo a su partido. "Hemos ganado en Madrid y en toda España en número de votos; y cuando se gana en Madrid se gana en España", auguró Zapatero. "El PP está muy contento y se da mucho autobombo por ser la segunda fuerza en España, la tercera en el País Vasco y la cuarta en Cataluña; pues muy bien, que siga".

Antes de seguir hablando para su partido, sobre todo para los que consideran insuficientes los resultados, quiso lanzar un mensaje a la sociedad y fue el propio futuro presidente de la Comunidad de Madrid quien le dio la pauta. Simancas se comprometió a gobernar para todos los madrileños, y, por tanto, para quienes no le han votado. Y lo hará con "moderación y diálogo". Antes de que comenzara el acto, en todos los corrillos de socialistas se comentaba la estrategia del PP de denostar al Gobierno de Simancas antes de que nazca, con la repetición sostenida de que gobiernan los "comunistas" y hacer extensible esa crítica a Zapatero, a quien ya el presidente del Gobienro, José María Aznar, no le llama por su nombre sino que se refiere a él como "el compañero de viaje de Llamazares".

"Vamos a trabajar desde hoy más y mejor en cada ayuntamiento y en cada comunidad donde gobernamos para dar ejemplo de gobiernos innovadores, de progreso, de compromiso social, de transparecencia y de honestidad", instó Zapatero a los suyos.

El líder socialista miró a Simancas para indicarle que tiene nada menos que la responsabilidad de marcar la pauta de lo que será un Gobierno para toda España en 2004 si el PSOE gana las elecciones. Simancas recibió ayer el apoyo entusiasta para su gestión del máximo líder del PSOE. Y Zapatero aprovechó para lanzar algunas pinceladas de cómo será un hipotético Gobierno de España por él presidido. "Un Gobierno de innovación, respetuoso, con imaginación, sensatez y compromiso social". A Zapatero le gustó mucho que Simancas "tienda la mano" al PP y, por supuesto, anuncie que su Gobierno mantendrá un diálogo permanente con los agentes sociales.

"Los ciudadanos no quieren más mensajes del miedo", interpretó Zapatero. En ese contexto ensalzó "la elegancia y la dignidad" de Trinidad Jiménez, por su discurso en la noche del domingo cuando conoció su derrota como aspirante a la alcaldía de Madrid. Un cerrado y prolongado aplauso fue la respuesta del auditorio, a lo que Jiménez respondió con gestos de agradeciminto.

Pero lo cierto es que en el análisis de los socialistas se incluye que los mensajes del miedo a la formación de gobiernos de izquierda, utilizados por el PP durante la campaña, no han caído en saco roto. Y la tarea de Zapatero se encamina a lanzar un mensaje tranquilizador para amplias capas sociales y para su partido. Zapatero hizo un recordatorio de su compromiso hace algo menos de tres años cuando ganó el 35º Congreso del PSOE. "Me comprometí a llevar adelante tres etapas: la renovación del partido y la cohesión. Creo que las dos primeras se han conseguido". El tercer compromiso fue elaborar " una alternativa para conseguir una mayoría social en 2004". Y esa etapa empieza ahora. "Vamos a movilizar a muchos ciudadanos, a convocar a todos los sectores sociales; vamos a hacer el mejor programa electoral y el más participado y vamos a contar con la mejor gente", anunció el líder socialista. "Ahora dicen que hemos empatado y estamos en el mismo escalón, pero nosotros partíamos de muy abajo y ellos de arriba. Ahora nosotros vamos hacia la azotea y ellos hacia la calle", previó.