Una buena idea evolucionada con gusto
Cambiar lo justo para que todo siga igual. El Audi A3 es un coche nuevo, pero conserva todas las señas de identidad que hicieron triunfar al anterior (875.000 unidades vendidas desde 1996, 70.000 en España). La marca alemana no ha querido asumir riesgos para evolucionar un concepto de gran éxito que se ha convertido en objeto de deseo.
El pionero entre los coches compactos de prestigio mejora en todos los detalles para mantener su dominio ante la llegada de otros rivales (Volvo, BMW Serie 1..., que se unirán pronto al Alfa 147. Y apuesta por la calidad, la deportividad y las tecnologías de los coches más grandes para conservar su dominio y aumentar las ventas hasta 1,2 millones en los próximos siete años.
Línea atractiva, pero muy continuista
El nuevo A3 se parece mucho al anterior, pero tiene una línea más estilizada y deportiva que acerca su silueta a la de los cupés. Ha crecido cinco centímetros de largo y tres de ancho, y como es también un centímetro más bajo presenta una línea más afilada y musculosa. En el frontal destaca la parrilla doble, unos faros más estilizados y un parachoques muy trabajado. En el lateral, la cintura alta y el trazo ascendente de la ventanilla trasera refuerzan su deportividad. La zaga presenta un diseño sólido y macizo, que da sensación de robustez y seguridad.
El conjunto seduce desde el primer momento y destaca por su gran personalidad. Pero plantea también una duda: la evolución estética ha sido tan conservadora que puede quedar anticuado antes de tiempo. Afortunadamente, la carrocería oculta muchas mejoras técnicas que compensan este riesgo: se ha aumentado el 50% los puntos de soldadura para mejorar un 33% la rigidez, tiene seis centímetros más de distancia entre los dos ejes y la aerodinámica es brillante (CX: 0,32). Y todo esto, junto a una suspensiones muy equilibradas, supone un mejor comportamiento dinámico para viajar con más aplomo y confort.
Más amplio y cuidado al detalle
Por dentro sucede lo mismo que con la línea: parece igual, pero es todo nuevo. Se ha rediseñado todo el interior conservando el mismo estilo y retocando los detalles. El resultado es impecable, con buenos plásticos, materiales y lacados combinados con muy buen gusto. El cuidado exquisito de los acabados se aprecia en todo: tiradores de las puertas, carriles de los cinturones, asientos, tapicerías... Y se completa con unas plazas delanteras desahogadas, más espacio para las rodillas atrás y un maletero con 20 litros más de capacidad, aunque con una rueda de emergencia poco práctica.
El A3 ofrece además muchos más accesorios para objetos, unos de serie y otros opcionales: redes para objetos y posavasos por todas partes, cajones bajo los asientos delanteros, apoyabrazos...
Cinco motores y tres acabados
La gama A3 cuenta con cinco motores. Tres son de gasolina: 1.6 (102 CV), 2.0 FSi (150 CV) y la versión superior 3.2 V6 (250 CV), prevista para septiembre. Y hay dos turbodiésel, el 1.9 TDi (105 CV) y el nuevo 2.0 TDi (136 CV). Se ofrecen con cambios manuales de cinco y seis marchas en tres acabados: Attraction (básico), Ambition (deportivo) y Ambiente (lujo). Todos incluyen un buen equipo de serie: ABS, seis airbags, ESP, reposacabezas activos, climatizador y muchos más detalles. La tracción Quattro se ofrecerá en junio (opcional) y hay que pagar también aparte el equipo de música, algo incomprensible en un coche que supera los 21.000 euros.
Conclusión
El A3 sigue siendo el coche más elaborado y prestigioso de su tamaño. Tiene una línea con carisma, un interior impecable y una calidad sobresaliente. Cuenta con mecánicas muy modernas y un buen equipo de seguridad. Y reúne todo para mantenerse como objeto de deseo, incluidos unos precios superiores a los de sus rivales.
AL DETALLE
- CALIDAD A PRECIOS ALTOS
El nuevo A3 quiere mantenerse como el coche compacto más exclusivo y lo refleja en los precios, más altos que los de muchos rivales. Pero las diferencias no son excesivas, al menos a igualdad de equipamiento. Cuesta 2.500 euros más que el Alfa 147 JTD (140 CV), que viene de origen con un equipo similar, aunque sin el ESP (opcional por 722 euros). Y es sólo 700 euros más caro que el veterano Golf 1.9 TDI (150 CV), con un equipamiento parecido: seis airbags, ABS, ESP y climatizador.
En cambio, el A3 es 800 euros más asequible que el BMW Compact 320 TD, y nada menos que 6.500 más barato que el Mercedes Sportcoupé 220 CDi, que incluyen un equipo equivalente. Además, el modelo de Audi aporta una estética atractiva y un estilo propio que le han convertido en el coche compacto más deseado. Ésta es su mejor arma frente a la competencia.
- MUCHOS DETALLES FUNCIONALES
El interior del A3 presenta un aspecto exquisito que le distingue de otros coches de su tamaño. No hay cambios radicales, pero todo se ha puesto al día y está cuidado hasta el último detalle: salidas de climatización impecables, diseño de la consola central y el salpicadero... Y tanto los tonos como las combinaciones de los plásticos, tapicerías y lacados destacan por su buen gusto.
Otra mejora muy práctica es la dotación de accesorios funcionales, unos de serie y la mayoría opcionales. Destacan la guantera compartimentada, la rejilla parasol trasera (130 euros), el saco portaesquís (270 euros) y el apoyabrazos central hueco (145), de origen sólo en el acabado Ambition. También hay que pagar tarifas ridículas por detalles que deberían ser de serie en un coche de este precio: posavasos en el salpicadero (20 euros); un paquete que incluye redes para objetos en los respaldos, a los pies del pasajero de delante y debajo de la bandeja del maletero; cajones bajo los asientos delanteros; ganchos para bolsas en el maletero... Cuesta 220 euros y es de serie en el acabado Ambiente.
Por lo demás, las plazas traseras son más amplias que antes y el maletero tiene un diseño más aprovechable. La zaga presenta un portón más inclinado hacia delante, que acerca la imagen a la de los cupés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.