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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sabores de fusión en un nuevo restaurante chino

ASIALOUNGE, un llamativo local en Madrid

José Carlos Capel

Al lado de la discoteca Moma 56 se acaba de inaugurar este restaurante chino. Un conjunto de estilo neoyorquino o londinense, en el que los juegos de luces y el arreglo ambiental tienen tanta relevancia como el resto. Al frente de Asialounge se encuentra Roger Chen, profesional experimentado que después de triunfar en otros tres establecimientos de moda madrileños -Zen, Zen Central y Bamboo- emerge decidido a aprovechar la ola de modernidad que acompaña a la eclosión de las cocinas orientales. En su carta, claramente china, figuran platos vietnamitas y japoneses al lado de especialidades autóctonas evolucionadas. Recetas que suponen media vuelta de tuerca en la fusión que afecta a las mesas más inquietas del gigante asiático. Mestizaje culinario y progresión técnica que se traduce en un severo control de los puntos de cocción, en una rígida economía de grasas, en una clara voluntad de no enmascarar sabores y en la utilización de productos ajenos. Sólo así se explica que la fórmula aplicada a la lubina, encuadrable en la cocina china contemporánea, incorpore leche de coco, lemongrass (hierba limón) y cilantro, aderezos tailandeses. O que una salsa de ciruelas europea enaltezca la soberbia pechuga de pato laqueada en compañía de calabacines al curry de la India.

ASIALOUNGE

José Abascal, 56. Madrid. Teléfono: 913 95 20 59. No cierra. Precio: entre 30 y 40 euros. Menú vietnamita, 23. Menú degustación, 28. Sopa de fideos, langostinos y 'lemongrass', 6,50. Filete de lenguado con frutas exóticas, 11,50. Cazuela de pollo al 'curry' verde, 9,50. Tarta de chocolate, 3,90.

Café ... 4

Bodega ... 7

Ambiente ... 7

Servicio ... 7

Aseos ... 7

Pan ... (no hay)

Se puede abrir boca con las setas rellenas de crema de langostinos, barnizadas por una emulsión de aletas de tiburón auténticas. O por unas vieiras al vapor muy frescas. Pero las verdaderas sorpresas surgen con los pescados y mariscos: bastante fino el besugo caramelizado con salsa de tamarindo y lima, y suculenta la langosta con sal y pimienta en dos cocciones, con las colas salteadas en el wok y las cabezas hechas al vapor. Tienen mucha dignidad los tallarines salteados; las verduras pasadas por el wok, algo sobradas de ajo, y el arroz frito, particularmente ligero.

Tomás Alía firma el proyecto de decoración del nuevo restaurante Asialounge, en la madrileña calle de José Abascal.
Tomás Alía firma el proyecto de decoración del nuevo restaurante Asialounge, en la madrileña calle de José Abascal.SANTI BURGOS

MENÚS Y BODEGA

AUNQUE TODOS los fines de semana la discoteca Moma 56 genera largas colas en la calle, el restaurante, que funciona hasta la 1.30 y desde el que también se accede a la sala de baile, posee entrada independiente. Amplios paneles de cristal insonorizados decorados con dibujos orientales permiten contemplar su bullicioso ambiente. Una opción inteligente es apuntarse a cualquiera de sus menús. El vietnamita (23 euros) lo componen cuatro entrantes (rollitos, brocheta de cerdo, ensaladas) y otros tantos platos principales (pollo al curry verde, buey estofado, langostinos al wok y arroz). No menos atractivo es el menú degustación (28 euros), a cuyos primeros platos (rollitos de primavera, dim-sum, triángulos de marisco, ensaladas) se suman otros de más enjundia (magret de pato, solomillo, lenguado, arroz).

Especial interés posee su bodega, corta pero muy bien estructurada, con una amplia representación de diferentes denominaciones de origen españolas. Esfuerzo encomiable, aunque algo innecesario, porque con la mayoría de las especialidades asiáticas sólo armonizan los vinos blancos fermentados en barrica, jereces, champañas y cavas.

Es pésimo el café, dominado por las notas amargas, pero tiene mucha talla el servicio, que se mueve con más desenvoltura de la esperable. Justo enfrente se encuentra el denominado Moma Bar, un local moderno, desenfadado y concurrido, donde se sirven ensaladas variadas, croquetas, raciones de jamón, pinchos y brochetas.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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