Los partidos vascos se cruzan agrios reproches en el Parlamento tras condenar el atentado

Ni siquiera ayer, poco después del nuevo crimen de ETA, el PNV y el Partido Popular se concedieron una tregua en el enfrentamiento dialéctico que mantienen en los últimos años, al intercambiarse agrios reproches en el Parlamento vasco tras condenar el doble crimen. El presidente del PP de Euskadi, Carlos Iturgaiz, fue el más beligerante, acusando a los nacionalistas de dar aliento a ETA porque "tienen los mismos objetivos" que la banda terrorista.

La polémica se inició cuando el presidente del legislativo autónomo, el peneuvista Juan María Atutxa, informó sobre el atentado. Los portavoces del PSE y del PP, Rodolfo Ares y Leopoldo Barreda, respectivamente, solicitaron la suspensión inmediata del pleno que se estaba celebrando en esos momentos. Atutxa defendía continuar la sesión tras guardar tres minutos de silencio. El representante de EA, Rafael Larreina, también era partidario de seguir y recordó que el Congreso de los Diputados no suspende sus sesiones cuando se produce un atentado. José Antonio Rubalkaba, del PNV, propuso terminar el debate de la proposición no de ley que se estaba discutiendo en esos instantes.

Ares y Barreda anunciaron que retiraban todas las preguntas y proposiciones que habían presentado y que aún no habían sido tratadas. Atutxa no tuvo más remedio, tras guardar los tres minutos de silencio, que dar por finalizada la sesión, al agotarse de forma automática el orden del día previsto.

El pleno ya había vivido antes algunos momentos de tensión. En el primer punto del orden del día, los tres grupos que sostienen al lehendakari (PNV, EA e IU) rechazaron una proposición no de ley popular para que ETB, la televisión pública vasca, emitiese un anuncio de las víctimas del terrorismo. En el siguiente punto, un debate sobre la regulación por ley de liberaciones y sueldos para los concejales, sobre todo de los amenazados por el terrorismo, el representante de la ilegalizada Batasuna, Jon Salaberria, acusó a populares y socialistas de presentarse como "víctimas" y de "oprimir" los derechos del pueblo vasco. Gonzalo Machín, del PP, le replicó recordando el secuestro y asesinato del concejal popular de Ermua Miguel Ángel Blanco.

Con este ambiente previo, la noticia del atentado y la discusión sobre la suspensión o no del pleno terminó por caldear los ánimos. Iturgaiz advirtió a los terroristas de ETA de que "más pronto que tarde" terminarán en la cárcel. El dirigente popular cargó contra Atutxa por no suspender la sesión -"no tiene sensibilidad"- y darle la palabra a ETA (en alusión a los parlamentarios de Batasuna) durante los debates al mismo tiempo que se estaba produciendo el atentado. "El nacionalismo no quiere acabar con ETA", enfatizó con irritación el dirigente del PP.

El secretario general del PSE, Patxi López, le secundó en la crítica, aunque se mostró más comedido. El atentado de Sangüesa deja claro, en su opinión, a los que piensan que hay otras prioridades que lo primero es acabar con ETA. Después realizó un llamamiento para recuperar la unidad de los demócratas ante los embates del terrorismo.

Mensaje a AuB

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, echó en cara al PP que hace unas semanas hablara de un posible acuerdo entre los partidos nacionalistas y ETA para terminar con los atentados a cambio de una serie de compromisos políticos. La inactividad de la banda desde febrero, cuando asesinó al militante del PSE y de la plataforma ¡Basta Ya! Joseba Pagazaurtundua, había llevado a especular con la posibilidad de una tregua. "ETA apuesta por la estrategia violenta", zanjó Egibar, quien también apeló a AuB (la plataforma electoral constituida tras la ilegalización de Batasuna para participar en las elecciones) a que condenara el atentado.

AuB no condenó la acción de ETA y se limitó a calificar de "muy grave lo ocurrido" y a enmarcarlo en el "conflicto político". Al mismo tiempo, abogó por el "respeto" de "todos los derechos de todas las personas, sin ninguna excepción".

Quien tampoco condenó el atentado fue el portavoz parlamentario de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, quien responsabilizó al Gobierno central de lo ocurrido. Según Otegi, las muertes de los dos agentes no es una noticia "agradable" y es algo que se debía haber evitado. "Los responsables políticos del Gobierno español", añadió, "apuestan por la guerra".

El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz, condenó el doble asesinato y recalcó que la prioridad del mismo es "terminar con ETA". El Gobierno de Vitoria, que ha convocado concentraciones de 15 minutos el próximo lunes delante de las instituciones como muestra de repulsa por el crimen, enviará hoy a sus consejeros de Agricultura y Pesca, y de Cultura a los funerales por las víctimas.