La Generalitat negocia incluir un 15% de policías y guardias civiles en cada promoción de mossos

La Generalitat y el Ministerio del Interior están negociando un acuerdo para incorporar a las próximas promociones de los Mossos d'Esquadra el 15% de agentes procedentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía. Si el pacto fructifica, permitiría adelantar uno o dos años el despliegue definitivo de la policía autonómica en Cataluña, previsto inicialmente para el año 2010, y cerrar así un calendario para todo el territorio.

Las negociaciones entre la Administración central y la autonómica fue confirmada ayer por ambas partes, aunque también coincidieron en reclamar prudencia hasta lograr un pacto definitivo. Si finalmente hay acuerdo, sería anunciado el próximo martes por el ministro del Interior, Ángel Acebes, y el conseller en cap, Artur Mas, durante la reunión anual que celebrará la Junta de Seguridad de Cataluña en el Palau de la Generalitat.

Hasta ahora, sólo existe calendario para el despliegue de los Mossos hasta el año 2005, pero a partir de esa fecha es una incógnita cuándo y dónde se desplegarán. La reunión del martes puede dar carpetazo definitivo a la situación si el ministerio acepta que el 15% del total de cada nueva promoción sea para agentes procedentes de la policía o la Guardia Civil. En su día ya se reservó ese cupo para los guardias civiles de Tráfico que quisieron incorporarse a la policía autonómica. La propuesta fue muy bien acogida e incluso criticada por insuficiente por los beneficiarios, principalmente agentes con familias arraigadas en Cataluña.

Entre 700 y 900 agentes

La reserva de ese cupo implicaría la incorporación a los Mossos d'Esquadra de entre 700 y 900 agentes de esos dos cuerpos, en función de si se convocan cuatro o cinco nuevas promociones. Sólo así se podría adelantar el despliegue, porque de la Escuela de Policía de Cataluña no pueden salir anualmente más de 1.200 aspirantes. Los mossos procedentes de otros cuerpos deberían superar también un curso de formación restringido.

La aceptación de ese cupo del 15% implicaría un cambio de postura en la numantina oposición que ha mantenido el Ministerio del Interior, que lleva tres años rechazando la propuesta del Gobierno catalán para adelantar el despliegue. En los últimos meses no han parado de lloverle críticas al Ejecutivo sobre la continua reducción de efectivos de policías y guardias civiles y la provisionalidad de la situación. Los alcaldes metropolitanos hicieron de ese asunto un caballo de batalla y el Gobierno y la Generalitat tomaron medidas para parchear la situación, como adelantar el despliegue en alguna ciudad o enviar más policías a otras. Pero no se dio una solución global al problema.

Si finalmente se logra el acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat deberá modificarse la ley de 1994 que regula el funcionamiento de los Mossos d'Esquadra. Pero ni siquiera un hipotético cambio de mayorías parlamentarias en Cataluña para el próximo otoño dificultaría ese trámite, porque es previsible que la totalidad de los partidos políticos apoyasen esa modificación.

El próximo miércoles, justamente un día después de la celebración de la Junta de Seguridad, el Parlament debatirá una proposición de ley del PSC-Ciutadans pel Canvi que defiende otro sistema, sin cupos, para que los agentes de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía puedan entrar en los Mossos d'Esquadra. Marc López, diputado del PSC para asuntos de Interior, afirma que ese cambio legislativo permitiría adelantar el despliegue de la policía autonómica para el año 2007, según recoge la propuesta presentada hace unos meses por Pasqual Maragall. Los socialistas plantean que esos agentes hayan de superar únicamente un concurso de méritos, lo cual permitiría incorporar 2.000 mossos procedentes de la policía y la Guardia Civil en los próximos cuatro años a razón de 750, 500, 500 y 250. El Gobierno de la Generalitat siempre se ha mostrado reacio a esa fórmula porque considera que eso supondría una "entrada masiva" de otros cuerpos de seguridad del Estado en la policía autonómica.

La propuesta de despliegue aprobada por la Generalitat prevé para el año próximo la llegada de entre 700 y 800 agentes a la ciudad de Barcelona y unos 2.300 para el año 2005. La propuesta socialista para el año próximo es de 400 agentes para la capital catalana, 150 para la comarca de Anoia, 250 policías para las comarcas del Camp de Tarragona y 150 más para las tierras del Ebro. El PSC considera que esos 400 policías en Tarragona son las plazas que necesitan cubrirse de manera más urgente para atajar la situación de déficit de agentes que vive aquella zona.

Área metropolitana

En cuanto a 2005, los socialistas proponen que lleguen 2.000 agentes a Barcelona en el mes de octubre y un total de 800 para Sabadell y Terrassa en abril. En el año 2006, el PSC propone completar el despliegue en los municipios del área metropolitana de Barcelona que quedará pendiente: Cerdanyola, Rubí, El Prat, Cornellà, Esplugues, Sant Boi, Gavà, Sant Feliu de Llobregat, Martorell. Finalmente, en 2007 concluiría el despliegue en la comarca del Alt Penedès, Garraf y el resto del Camp de Tarragona y las tierras del Ebro.

La propuesta del PSC para facilitar el ingreso en los Mossos d'Esquadra de agentes de otros cuerpos permitiría la llamada movilidad horizontal que aplican las guardias urbanas de numerosos municipios de Cataluña de varios colores políticos. En la propuesta socialista, la policía autonómica tendría un total de 16.045 agentes al finalizar el despliegue, mientras que la última previsión de la Generalitat prevé 15.296 policías.

El diputado Marc López, que el próximo miércoles defenderá la proposición de ley en el Parlament, considera que "el planteamiento del PSC iguala las necesidades policiales de toda Cataluña, fija un calendario definitivo que hasta ahora no existe y avanza en tres años el despliegue para dar una solución a los problemas del territorio".