Los pilotos advierten de que el error humano no exime a la aerolínea
El SEPLA denuncia que Ucrania no aplica los turnos de descanso de tripulaciones
Andoni Nieto, presidente del sindicato de pilotos SEPLA, advirtió ayer de que incluso si se confirmase que la causa del accidente del Yak 42 en el que murieron 62 militares españoles fue un "error humano" de la tripulación, como sugiere el ministro de Defensa, ello no eximiría de responsabilidad a la compañía propietaria del aparato. "Habría que preguntarse, cuántas horas llevaban volando esas tripulaciones sin descansar", afirmó.
El SEPLA anunció ayer que las secciones sindicales de las dos principales compañías aéreas españolas, Iberia y Spanair, han ofrecido al Ministerio de Defensa pilotar gratuitamente en sus días libres aviones que transporten tropas españolas que prestan servicios humanitarios en diferentes países. Ello supone, agrega la nota del sindicato, que Defensa podrá disponer de "2.500 pilotos de alta cualificación profesional mientras se soluciona la contratación del transporte aéreo seguro para nuestras tropas".
Nieto explicó a EL PAÍS que todo el acento se está poniendo en el estado del aparato sin tener en cuenta que las condiciones en que trabajan las tripulaciones afectan a la seguridad tanto como el mantenimiento del material. Recordó que la normativa de los países europeos occidentales limita a 16 horas el tiempo máximo de trabajo de las tripulaciones, incluyendo el descanso a bordo del aparato en vuelo, y que esta norma no se respeta en las repúblicas ex soviéticas.
El Yakolev siniestrado llevaba a bordo dos tripulaciones completas, de seis personas cada una, que se iban turnando. De haberse cumplido el límite de las 16 horas, la aerolínea hubiera debido enviar a la zona una tripulación de repuesto, ya que el trayecto total, ida y vuelta desde España, superaba dicho tiempo.
De hecho, para ahorrar gastos, estos aviones van dotados con literas para la tripulación que duermen a bordo incluso en las escalas y así ahorran los gastos de hotel. Nieto recordó que Ucrania no pertenece a la JAA (Autoridad Conjunta de Aviación), que homologa las normas de los países europeos. Sí está obligada a cumplir la normativa de la OACI (Organización Internacional de Aviación Civil), pero ésta no regula los períodos de trabajo y descanso de las tripulaciones, lo que sí hace la JAA.
"Cuando un piloto lleva muchas horas de actividad, sin posibilidad de descansar en condiciones, no puede hablarse de un error humano sin más", advirtió. "Este tipo de compañías basan parte del precio en recortes de mantenimiento y en no respetar el descanso de las tripulaciones".
Aviones ex soviéticos
El presidente del SEPLA recordó que la siniestralidad de las líneas aéreas de los antiguos países del Pacto de Varsovia es tan alta que la OACI no la incluye en sus estadísticas, "ya que si lo hiciera distorsionaría los datos".
El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, aseguró ayer en la Cadena SER que los aviones Yakolev 42 "sólo han sufrido dos accidentes serios". Sin embargo, al ministro debieron facilitarle documentación incompleta, ya que están documentados los siguientes siniestros, según la cadena CNN, sin contar el que tuvieron el pasado lunes los militares españoles: el 28 de junio de 1982 se estrelló un Yak-42 de Aeroflot en Bielorrusia muriendo sus 132 tripulantes; el 13 de septiembre de 1990 cayó un Yak-42 poco después de despegar en la región rusa de los Urales, produciéndose cuatro muertos; el 31 de julio de 1992 murieron 108 personas al precipitarse al suelo tras el despegue un Yak-42 en Nanjing (China); el 20 de noviembre de 1993 un Yak-42 de una compañía macedonia se estrelló al sur de Skopje, causando la muerte de sus 116 tripulantes y pasajeros; el 17 de diciembre de 1997 un Yak-42 de una compañía ucranio-israelí se estrelló cuando se disponía a aterrizar en Salónica (Grecia) matando a sus 70 ocupantes; y el 25 de diciembre de 1999 un Yak-42 de la compañía Cubana de Aviación cayó a tierra cuando se disponía a aterrizar en la ciudad venezolana de Valencia. Sus 22 ocupantes murieron. Estos dos últimos siniestros se produjeron en circunstancias muy similares a las del accidente sufrido en Trebisonda (Turquía) por el Yak-42 con los 62 militares españoles, 12 tripulantes ucranios y un ciudadano bielorruso que figuraba en el manifiesto de carga del aparato.
Por otra parte, la Cadena SER informó ayer de que el Congreso de Estados Unidos, a través del programa Fly America (América vuela), certificó en 1999 la altísima peligrosidad de los aviones y las tripulaciones de las repúblicas ex soviéticas.
Según las conclusiones de aquel programa, cuando un avión occidental vuela con tripulación de aquellos países la tasa de accidentalidad se multiplica por tres. Si se usa una aeronave fabricada en repúblicas ex soviéticas, el riesgo se multiplica por 20.
Además, Estados Unidos no utiliza nunca aviones civiles para situar o desalojar a sus tropas en zonas de conflicto. Tales misiones se encomiendan siempre a aviones militares.
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