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Prodi asegura que al proyecto de Constitución europea le falta visión

El presidente de la Comisión arremete contra Giscard d'Estaing

Carlos Yárnoz

El presidente de la Comisión, Romano Prodi, arremetió ayer violentamente contra el proyecto de Constitución Europea porque "le falta visión y ambición", supone "un paso atrás" en algunos aspectos y "amenaza con paralizar Europa". Se quejó así Prodi de que, aunque el proyecto da mayores competencias ejecutivas a la Comisión, tanto su presidente como sus integrantes pierden posiciones en el nuevo reparto de poder.

En ese nuevo reparto que establece el borrador de Constitución sí salen beneficiadas las otras dos instituciones europeas (el Consejo y, sobre todo, el Parlamento).

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Tales comentarios, los más críticos lanzados hasta ayer contra el texto, los hizo Prodi en Atenas, pero la Comisión los difundió después en Bruselas como un comunicado de su presidente para mostrar que era una valoración meditada. Ese "paso atrás", dice Prodi, se concreta en que el proyecto no ha ampliado suficientemente el número de materias en las que las decisiones deben ser tomadas por mayoría cualificada, sin poder recurrir al veto: hoy son 34 y se amplía a 70, pero quedan 16 sometidas a la unanimidad o a procedimientos especiales.

"Quiero lanzar una alarma a los miembros de la Convención [la asamblea que redacta la Constitución]

: no podemos dejar que nos conviertan en víctimas o rehenes de un texto (...) que amenaza con paralizar Europa". Prodi ha protagonizado varios rifirrafes con el presidente de la Convención, Valéry Giscard d'Estaing, y ambos se han retado a mantener un debate público que nunca llega. Para la Comisión, materias como la fiscalidad, la seguridad social o el derecho de familia también debían ser tratados sin recurso al veto.

Presidente por cinco años

Pero aunque no lo mencionó ayer, el principal rechazo de Prodi al proyecto consiste en que éste propone la creación de un presidente estable del Consejo Europeo por un periodo de cinco años, una figura que restará poder al presidente de la Comisión por la probable competencia entre ellos. También rechaza, y no lo dijo, que haya sólo 15 comisarios más otros "comisarios delegados", y no uno por país. Y considera que el presidente de la Comisión debe tener la facultad de pedir la dimisión del futuro ministro europeo de Exteriores, que será nombrado por el Consejo y estará como vicepresidente en la Comisión. Ambas cuestiones serán analizadas por la Convención de nuevo el fin de semana, pero se esperan pocos cambios.

Otras críticas de tono más bajo procedieron ayer de Viena, donde representantes de 16 Gobiernos de países pequeños (los diez candidatos, salvo Polonia, además de Austria, Finlandia, Suecia, Portugal, Irlanda y Dinamarca) incidieron en quejas similares a las de la Comisión y afirmaron, informa Efe, de que en la Convención se les amenaza "con procedimientos duros y no diplomáticos" al transmitirles que pueden provocar el fracaso de esa asamblea.

Eso transmitió implícitamente a España el propio Giscard el día anterior en Praga, donde aseguró que el nuevo sistema de votación en el Consejo propuesto en el proyecto (mayoría de países que representen al 60% de la población) sólo "es bloqueado por un país, que está aislado", un extremo falso porque la fórmula también la rechazan al menos Reino Unido y los candidatos.

Ayer hubo otras críticas o sugerencias: ocho grandes organizaciones ecologistas exigen que se elimine toda referencia a la energía nuclear; el lobby de mujeres amenaza con rechazar el proyecto si no se incluye una referencia a la igualdad hombre-mujer, y el eurodiputado Alejo Vidal Quadras pide que se incluya la obligación de las instituciones de informar a los ciudadanos.

La violencia de Prodi tuvo su contrapartida en el Grupo Socialista de la Eurocámara, que, a través de su presidente, Enrique Barón, dijo sentirse "razonablemente satisfecho", aunque echan de menos un mayor hincapié en los aspectos sociales.

Y desde Londres, dos de los más destacados ministros británicos, el de Exteriores, Jack Straw, y el de Finanzas, Gordon Brown, destacaron que el proyecto consagra "la primacía de los Estados-nación" frente a las tendencias "federalistas". "Nunca ha habido para el Reino Unido una oportunidad mejor para compartir Europa", escribió Straw en el periódico The Times.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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