El futuro de las tecnologías de la información
EN UN FUTURO NO MUY LEJANO, ya no nos conectaremos a Internet. Estaremos constantemente envueltos en ella. Bastará decir "aquí estoy" para poder mandar información y/o recibirla. El futuro de las tecnologías de la información está hecho de comunicación inalámbrica, ancho de banda y computación distribuida. Así lo expresaron más de 200 profesionales que participaron en la conferencia Future in Review que se llevó a cabo en San Diego (California) del 19 al 22 de mayo para "predecir" la evolución del sector en un plazo de cinco años.
La evolución de Wi-Fi, la tecnología de comunicación inalámbrica de mayor crecimiento, será espectacular. El mapa de los puntos de acceso se parece hoy al sistema solar, pero Larry Brilliant, vicepresidente de Cometa Networks, está convencido de que mañana, dichos puntos "al multiplicarse, se transformarán en una galaxia de acceso ininterrumpido". Dentro de cinco años "las tecnologías de la información (TIC) serán como la electricidad o el aire, nos daremos cuenta de su existencia cuando falten". Serán invisibles pero no podremos vivir sin ellas.
En cinco años las tecnologías de la información serán como la electricidad o el aire, nos daremos cuenta de su existencia cuando falten
En este escenario, a cada paso deberemos comprobar que somos quién pretendemos ser. La dificultad: asegurar la compatibilidad entre sistemas diferentes
Anunciada desde hace varios años, la era de la banda ancha parece por fin haber llegado. "Con veinte millones de líneas , hemos llegado a la cifra mágica", estima Martin Tobias de la empresa de capital de riesgo Ignition Partners. Constituye una masa crítica de clientes para quienes empieza a ser rentable producir contenido realmente interactivo y multimedia que atrae a su vez a un creciente número de internautas.
La tercera tecnología prometedora es la computación distribuida (grid computing, en inglés) definida por Andrew Grimshaw, responsable informático de la sociedad Avaki, como la "virtualización de los recursos". En vez de usar una supercomputadora, las empresas comparten programas y máquinas independientemente del lugar donde se encuentran. Permite aumentar la potencia y usar los recursos de manera racional y económica.
Para dar cuenta del conjunto de esas evoluciones, Wolfgang Gentzsch, responsable del grid computing de Sun Microsystems explica que "primero tuvimos computadoras empotradas en Internet, luego computadoras empotradas en objetos y pronto tendremos objetos empotrados en Internet".
Esta evolución hace problemático el reconocimiento de la identidad de cada usuario y de cada aparato en cada instante, asi como la seguridad en la transmisión de los datos. Greg Mundie, vicepresidente de Microsoft promete que "la noción de identidad será tratada de manera más uniforme y explícita". Tendremos que comprobar que somos quién pretendemos ser en cada paso, pero la dificultad radica en asegurar la compatibilidad entre sistemas diferentes. Resolver el problema a nivel mundial es particularmente delicado.
Otra dificultad tiene que ver con la evolución general de la informática que debe su éxito a la ley de Moore: la potencia de los microprocesadores se duplica cada 18 meses, mientras su precio se reduce a la mitad. Pero dicha ley sólo vale para las máquinas mientras el papel del software y de los servicios es cada vez mayor.
Para Will Swope, vicepresidente de Intel, "quienes se ocupan del software se han olvidado de la existencia de la ley de Moore". El aumento de la potencia de cálculo y la conectividad constante llevan a una complejidad creciente que los programas no saben manejar de manera satisfactoria. "Por esto los progresos realizados a nivel de maquinas y aparatos no llegan a los usuarios," estima Andy Bechtolsheim de Cisco.
La situación económica global no es alentadora y tampoco parece que vaya a mejorar a corto plazo. Pero Mark Anderson, organizador de la conferencia, aseguró que "la tecnología vuelve a estar al frente de la economía".
El sueño que anima a los principales actores de las TIC es el de la informática total. Pat Gelsinger, vicepresidente de Intel, no vacila en decir: "En última instancia, queremos que nuestra tecnología llegue a cada humano en la Tierra y a cada aspecto de su vida". ¿Visión del futuro o plan de negocio?
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