Hasta un alpinista de 70 años conquista el Everest en el 50º aniversario de Hillary

Hace 34 años se pisó por primera vez la Luna, y hace 50, el Everest. El poco tiempo pasado entre hollar una montaña y hollar otro planeta sólo agiganta la gesta del neozelandés Edmund Hillary y del sherpa Tenzing Norgay lograda hoy hace exactamente medio siglo.

El día que Armstrong y Aldrin pisaron la Luna, sólo 24 personas habían subido a la montaña de 8.848 metros. ¿8.848 metros? Entre la enciclopédica información que se encuentra en Internet hay lugar para la métrica. En 1841, Sir George Everest, superintendente general de la India, registró geográficamente el pico, que se llamó Pico B, y unos años después, lo hicieron sus científicos británicos midiendo a ojo de buen cubero (en jerga española), pero en lenguaje británico: medición trigonométrica desde 160 kilómetros de distancia con un resultado de 10.666 metros. En 1856, una nueva medición le quitó al Pico, rebautizado XV, dos kilómetros y lo dejó en 8.840 metros. En 1865 al Pico XV le llaman Everest, en honor de su registrador; y en tibetano, Chomolungma (diosa madre del mundo), y en nepalí Sagarmatha (diosa del cielo).

Dos años después de la conquista de Hillary, se ajustó la altura a 8.848. En 1999, con la llegada del GPS a las cumbres, el cartógrafo Bradford Washburn dijo que el Everest tenía dos metros más; un año antes la medición por láser había dado 8.846. Sin embargo, los últimos estudios de chinos y nepalíes coinciden en los 8.848.

Desde aquel 29 de mayo de 1953, el techo del mundo ha sido el trofeo geográfico más perseguido por su ruta sur del Nepal y, desde 1980, por el camino tibetano del norte, convertidos en la última década en autopistas de escaladas como de navegación por Internet.

Y si es una autopista, también debe de haber estaciones de servicio. El sherpa Tsering Gyalzen ha abierto un cibercafé en el campamento base. Le falta el permiso de las autoridades nepalíes para instalar la antena digital. La recaudación irá a parar a la organización que se encarga de recoger la basura.

Gyalzen, de 33 años de edad, paga la mitad del café con 40.000 dólares y el material se lo ofrecen gratuitamente empresas informáticas. Es la forma que tiene Gyalzen de celebrar el aniversario de Hillary y de su abuelo, que participó en la expedición.

Edmund Hillary es desde hoy el ciudadano honorífico nepalí, el primer extranjero que recibe tal distinción. La hazaña de Hillary significó la llegada del turismo al Nepal, país que aloja a 8 de las 14 montañas más altas del mundo.

Aparte de escalar, Hillary se implicó en campañas a favor del pueblo sherpa, ayudó a construir 27 escuelas, hospitales, puentes y un aeropuerto.Gracias, pues, a él el Everest se convierte en una romería. Jagged-globe.com organiza excursiones a la montaña por 2.605 euros. Aparte se ofrecen cursillos de aclimatación, otros se especializan en la medicina de altura y desaconsejan a las escaladoras que tomen la píldora por encima de los 5.000 metros.

Para que digan que los tiempos cambian: entonces y ahora, el mes más propicio para la conquista es mayo. Así lo dicen los minuciosos mapas climatológicos de Internet, y también las estadísticas. Con ocasión del aniversario se sube en manada. Un total de 44 personas el jueves pasado.

Así, las estadísticas, que comenzaron con el registro del conquistador, ahora se diversifican: los que suben sin oxígeno (Messner, 1978), solos, con expedición, quien sube y baja, la primera mujer (la japonesa Junko Tabei, 25 de mayo de 1975), el primer español (Martín Zabaleta, en 1980, después de otros 107); el primer ciego (Erik Weihenmayer, 25 de mayo de 2001); el primer manco (Gary Guller, 23 de mayo de 2003); el más joven (el sherpa Temba Tshiri, 16 años; 23 de mayo de 2001); el más viejo, el japonés Yuichiro Miura, que lo consiguió el jueves pasado. Tiene 70 años, 12 menos que sir Edmund Hillary.