PNV-EA logra mayoría absoluta en Vizcaya y Guipúzcoa y sube en la Margen Izquierda

La amplia sonrisa del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, a su entrada en el cuartel general de la coalición PNV-EA en la capital vizcaína era la mejor metáfora del "éxito" cosechado ayer por los nacionalistas. Alegría, además, por el retroceso del PP, en Euskadi y en el "Estado", tal y como resaltó el máximo dirigente peneuvista, un "dato importante para aquí". Y, sobre todo, satisfacción por la amplia mayoría cosechada en las Juntas de Vizcaya y Guipúzcoa y por la recuperación del voto nacionalista en Álava, aunque la suma de PP y PSE-EE otorga la mayoría a los constitucionalistas en ese territorio.

La coalición nacionalista rentabilizó ayer la ilegalización de HB. En sus primeras declaraciones a la entrada en el hotel Carlton de Bilbao, a las 21.35, Arzalluz destacó que, a la vista de los resultados, "la llamada de ETA al voto nulo no ha tenido efecto".

La coalición resolvió con muy buena nota alguna de las batallas que estaban en liza en las elecciones de ayer. Escrutado el 100%, el candidato de la coalición PNV-EA en Bilbao, Iñaki Azkuna, obtenía 13 ediles (cuatro más), mientras que el PP se quedaba igual (8), al igual que el PSE-EE (5), mientras que IU triplicaba su representación (3). Otra de las sorpresas, incluso entre las filas nacionalistas, fue el amplio respaldo a PNV-EA en las principales municipios de la Margen Izquierda, feudo tradicional de los socialistas. En todos estos ayuntamientos, la federación de izquierdas veía mejorado sus resultados de junio de 1999 en voto y representación.

Portugalete y Santurtzi, ambos gobernados por el PSE, con casi el 100% escrutado, caían del lado nacionalista. En Barakaldo, la lista más votada seguía siendo la socialista, pero a muy poca distancia se colocaba la coalición nacionalista. En Getxo, el duelo Iñaki Zarraoa (PNV) y María Arrúe (PP) finalizó con 11 ediles a favor de la coalición por 9 de la lista popular. IU irrumpía con dos ediles. El presidente del PNV admitió el "pinchazo" de la coalición en San Sebastián ante el empuje del socialista Odon Elorza.

Arzalluz, sin embargo, en su primer análisis de urgencia, evitó expresamente interpretar estos datos como un espaldarazo al plan del lehendakari. Admitió, no obstante, que la ilegalización por el Tribunal Supremo de las candidaturas de la izquierda abertzale había beneficiado a su partido. "Parece claro que de algún sitio han tenido que venir esos votos que hemos obtenido", apuntó ante los periodistas en el hall del hotel bilbaíno. Para esas horas, los militantes nacionalistas estaba empezando a saborear la noche de éxito en la que se convirtió la reunión.

En Álava, sin embargo, el buen resultado -fue la lista más votada en todo el territorio- no se traduce en un control de sus principales instituciones, la Diputación o el Ayuntamiento de Vitoria, que quedarían en manos constitucionalistas. Con todo, Arzalluz apuntó que esas alianzas serán muy difíciles de explicar si PSOE e Izquierda Unida se hacen con el control de ayuntamientos y gobiernos autónomos y, además, "piensan ya en vencerle a Aznar" en 2004.