Metro Valencia funciona al 50% para exigir mejoras en el convenio

Cerca de 200.000 usuarios habituales de la red de Metro Valencia en días laborables sufrieron ayer una reducción del servicio a la mitad como consecuencia de la primera jornada completa de paro convocada por los cuatro sindicatos que negocian el convenio colectivo para los 1.100 trabajadores de la empresa que depende de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana.

El efecto de los servicios mínimos del 50% en Metro Valencia impuestos por la empresa y aceptados por los trajadores se dejó sentir en horas punta. La aglomeración era evidente en andenes y, sobre todo, en el interior de los vagones.

Un portavoz de la empresa aseguró que el tráfico fue fluido incluso en las horas más conflictivas. "A pesar de la concentración de viajeros no se han producido retrasos", dijo, "da la impresión de que muchos usuarios han optado por servicios alternativos para evitar las consecuencias del paro".

La empresa estimó en torno a un 30% el seguimiento del paro por parte de los trabajadores de Metro Valencia. Los cuatro sindicatos convocantes de la protesta (UGT, CCOO, SIF y SF) afirmaron, sin embargo, que el paro fue seguido por el 100% de la plantilla.

La protesta laboral deriva de la negociación del convenio colectivo. Los trabajadores exigen que las subidas salariales pactadas a lo largo de los últimos años y las previstas en el presente convenio pasen a engrosar el salario ordinario.

La empresa, por su parte, sostiene que su capacidad de negociación está restringida por los presupuestos de la Generalitat. Ferrocarrils de la Generalitat es una empresa pública adscrita a la Consejería de Obras Públicas. Los presupuestos de la Generalitat prevén, como en años anteriores, la misma subida salarial para los empleados de FGV que para el resto de funcionarios autonómicos, fijada en un 2%.

Un portavoz oficial asegura que las subidas salariales en años pasados han rondado o superado el 8%.

Tales aumentos salariales, siempre en forma de complementos, se han vinculado a una serie de objetivos empresariales relacionados con un contrato-programa que Obras Públicas impone a FGV para reducir su dependencia de los presupuestos públicos.

La empresa sostiene que su oferta para los dos próximos años supone un aumento salarial que ronda el 5%, pero siempre en forma de complementos.

Los trabajadores exigen reducir a un año la vigencia del convenio y consolidar los complementos en todas las pagas. Hoy está convocada otra jornada de paro.