Rato arremete contra los socialistas y elude criticar a CiU

Cuidando mucho de no molestar a sus ex socios parlamentarios de CiU, Rodrigo Rato desembarcó ayer en la campaña del PP de Barcelona con duros ataques hacia la gestión de los socialistas y para vaticinar todo tipo de calamidades si éstos vuelven al Gobierno de España. En un mitin celebrado ante 200 militantes en un bien custodiado hotel de la Diagonal, Rato vaticinó que, de gobernar los socialistas, Cataluña dejaría de ser solidaria con el resto de España.

Después de referirse a Cataluña como "esta maravillosa tierra" y de evocar sus reuniones "de muchos años atrás" en la avenida Diagonal de Barcelona "con don Manuel [Fraga]", el vicepresidente de Asuntos Económicos del Gobierno cantó las excelencias de Cataluña y de cómo ésta ha desarrollado su economía con los gobiernos de José María Aznar. Afirmó que esta comunidad "va bien, de hecho muy bien", pero que "debe mejorar", una tarea para la que ve poco capacitados a los nacionalistas, pero todavía mucho menos a los socialistas.

Sin nombrar directamente a unos ni a otros, Rato afirmó: "Oigo por ahí gente que propone un modelo de financiación que, de aplicarse, significaría que Cataluña dejará de ser solidaria con el resto de España". "Y esto lo proponen personas que tienen amigos en Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura", dijo aludiendo a los socialistas y a las comunidades donde gobiernan.

Tiempo para invertir

Acto seguido, Rato entonó el discurso que el PP ha venido modelando para definir la situación de Cataluña: nunca esta comunidad había tenido tanta autonomía "ni tantas competencias" como en la actualidad con el PP. Y añadió: "Parece que los socialistas, con 14 años en el Gobierno, no tuvieron tiempo para ello". En opinión de Rato, "tampoco tuvieron tiempo para invertir en Cataluña como lo está haciendo el Gobierno del PP".

Para los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU), en cambio, hubo pocas críticas. Nada que ver con los ataques directos vertidos en los últimos días por el también ministro y presidente del PP catalán, Josep Piqué, quien acusa a CiU de haber roto un supuesto pacto sobre el mantenimiento del actual modelo constitucional.

Aunque de forma indirecta Rato incluyó a CiU en el "despiste político" que a su juicio hay en Cataluña, el ministro quiso dejar claro: "Hay un político de aquí [en clara referencia a Jordi Pujol] que casi nunca me ha engañado". También citó indirectamente a Pujol para recordar que éste siempre le ha pedido competencias acompañadas de partidas económicas. "Y esto es lo que ha hecho el Gobierno", aseguró.

En clave barcelonesa, Rato hizo un llamamiento para que los militantes presentes en su mitin hagan también campaña activa. "Os pido que ganéis las elecciones, que busquéis el voto de vuestro vecino o de este amigo. Estas elecciones son muy importantes".

El candidato popular por Barcelona, Alberto Fernández Díaz, aprovechó la presencia de Rato para abundar en su propuesta fiscal, que basa en una rebaja de impuestos directos para los habitantes de "la ciudad más cara de España", como le gusta definir Barcelona cuando quiere arrancar el aplauso del público. Fernández propone rebajar los impuestos "un 20% o un 25%".

Con el discurso bien aprendido sobre lo bien que en su opinión el Gobierno del PP ha tratado a Barcelona, Fernández repitió su tesis sobre el AVE: "Si llega tarde es por los 12 años que lo retrasó el Gobierno del PSOE". Respecto a las inversiones del Estado: "El Gobierno del PP ha multiplicado por cuatro la inversión en Cataluña". Acerca del aeropuerto: "La ampliación del aeropuerto ha sido necesaria porque el que construyeron los socialistas se quedó pequeño en pocos meses".

En cambio, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y por extensión los socialistas sólo pueden apuntarse fracasos, que vendrían motivados, agregó Fernández, "porque tenemos un alcalde que le gusta estar en las nubes", en referencia a la afición de Clos por las avionetas.

Además, y para hacer olvidar a sus militantes la tentación de castigar al PP por su promoción de la guerra de Irak, Fernández abundó en una idea: "Estas elecciones no son nada más que unos comicios donde nos jugamos el futuro de Barcelona".