EE UU urge al Senado a que amplíe el límite de deuda para no incumplir pagos

El Gobierno de Estados Unidos se verá obligado a incumplir sus compromisos de pago interiores con fecha 28 de los corrientes a menos que el Senado actúe con urgencia y eleve para esa fecha el límite de endeudamiento autorizado a la Administración. La Cámara de Representantes ya ha aprobado la ampliación del endeudamiento en casi un billón de dólares, hasta los 7,38 billones, pero el Senado se ha venido resistiendo. Según John Snow, secretario del Tesoro, la contumacia de los senadores mina la confianza en el Gobierno y socava la recuperación económica.

El responsable de la Hacienda norteamericana remitió ayer una carta al Congreso en la que anunciaba la suspensión temporal o el aplazamiento de algunos compromisos financieros en vista de que la deuda pública se encuentra apenas a 25 millones de alcanzar el tope fijado por ley. "El Tesoro ha adoptado todas les medidas prudentes y legales para evitar alcanzar el límite legal, incluidas la reducción de nuestras regulares subastas y el recurso al dinero disponible", escribe Snow.

Entre los pagos pendientes y que quedarían aplazados hay 40.000 millones de cobertura en pagos de las pensiones de jubilación de la Seguridad Social, 21.000 millones de reembolsos de impuestos individuales y empresariales de Hacienda y 12.000 millones en pagos a contratistas facturados por proveedores de equipamiento militar.

Las subastas de cada lunes de bonos a tres y seis meses fueron aplazadas hasta hoy y las de a cuatro semanas fueron pospuestas hasta mañana, tras emitir el Tesoro órdenes sobre gestión de la deuda del Gobierno consigo mismo.

Precedente

"La inmediata y permanente elevación del límite del endeudamiento es crucial para preservar la confianza en el Gobierno de Estados Unidos y eliminar una incertidumbre que afectaría negativamente a nuestra recuperación económica", insiste Snow, que hace notar cómo la Cámara de Representantes ya ha dado el visto bueno al mayor endeudamiento y pide al Senado que adopte con urgencia la misma medida.

Ya el año pasado, el Congreso elevó en 450.000 millones la capacidad de endeudamiento del Gobierno federal, cuyo límite a punto de alcanzarse está en los 6,4 billones de dólares. La Administración consiguió que en la negociaciones sobre el presupuesto, la Cámara de Representantes, más tolerante y comprensiva con los planes fiscales del presidente de EE UU, George Bush, incrementara el mes pasado nuevamente el tope en 984.000 millones, hasta los 7,38 billones, pero el Senado, más resistente a las pretensiones presidenciales, no se ha pronunciado.

La llamativa advertencia de Snow no quiere decir que Washington vaya a caer en la morosidad. En el pasado, Administraciones acuciadas por problemas semejantes han sabido encontrar el modo de hacer frente a sus compromisos de calendario mientras el Congreso recorría los meandros procedimentales, como se espera que ocurra ahora. Bill Frist, el líder de la mayoría republicana en la Cámara alta, declaró, tras recibir la misiva, que el Senado abordará el asunto esta misma semana.

El desajuste tiene más trascendencia política que económica y sirve a los demócratas para echar en cara el presidente unos planes de recortes fiscales que coinciden en el tiempo con el incremento de la deuda y el agravamiento del déficit, que este año superará los 300.000 millones de dólares.