La primera reunión entre Sharon y Abu Mazen terminó en fracaso
Aunque uno de los portavoces, Raanán Guisín, de la oficina del primer ministro israelí, se negó a utilizar la dicotomía de éxito versus fracaso para calificar el encuentro en la cumbre mantenido la noche del sábado por las delegaciones encabezadas por Ariel Sharon y Abu Mazen, aparentemente el resultado se aproximó más a lo segundo que a lo primero. Terminada la reunión, y antes de que se produjeran los dos atentados de ayer, ni una parte ni la otra quisieron desvelar el contenido de la misma ni aclarar si habían llegado a algún acuerdo sobre los pasos a seguir.
En la rueda de prensa celebrada ayer junto al director general adjunto de Asuntos Exteriores, Guideón Meir, en la sede del ministerio en Jerusalén, Guisín expresó su oposición a tratar de la aplicación del plan de paz elaborado por el Cuarteto (formado por EE UU, la UE, Rusia y la ONU) en tanto en cuanto sigan teniendo lugar atentados. "No estamos dispuestos a hablar del tema mientras continúe el terrorismo", sentenció. Interpelado por la pregunta de un periodista, Guisín reafirmó su pleno acuerdo con "la visión propuesta por el presidente Bush el 24 de junio" (en un discurso pronunciado por el máximo mandatario estadounidense en la Casa Blanca hace poco más de un año), pero volvió a repetir que "tenemos nuestras reservas respecto de la Hoja de Ruta".
Gobierno palestino bicéfalo
Aunque Guisín confirmó que "la reunión tuvo lugar en un clima distendido, lo que prueba el hecho de que durara tres horas", dio a entender que no había habido resultados concretos. En vez de un plan de acción conjunta en el ámbito antiterrorista dio la impresión -dadas las palabras del portavoz- de que habían presentado una serie de demandas y sugerencias a sus interlocutores, pero sin ofrecer a cambio lo pretendido por los palestinos: que el Gobierno israelí acepte oficialmente la Hoja de Ruta. Por su parte, Meir criticó el hecho de que "en estos momentos haya un Gobierno palestino bicéfalo, con una rama que promueve el terrorismo, representada por Arafat, y otra que quiere ponerle fin, encabezada por Abu Mazen".
Según las filtraciones, el primer ministro palestino utilizó el encuentro para presentar también una serie de peticiones. Entre ellas, que Israel levante el bloqueo de las áreas autónomas, devuelva la libertad de movimientos a sus ciudadanos y termine con los asesinatos de los cabecillas de la Intifada, que no fueron bien acogidas por sus contrapartes. Antes de conocerse que el primer ministro israelí anulaba su viaje a EE UU, el presidente del Consejo Legislativo Palestino (Parlamento interino de la ANP), que formó parte de la troika que se reunió con Sharon y su equipo de asesores, Abu Alá, indicó que "todo queda pendiente de la entrevista que Sharon mantendrá en Washington con el presidente Bush".
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