_
_
_
_
_

El juez deniega el permiso a la mujer que pidió ser inseminada de su marido en coma

El juzgado la autoriza a tener de un donante anónimo un hijo sin derechos de herencia

Julia B., la mujer que solicitó permiso a un juez para ser inseminada de su marido en coma desde hace casi 12 años, podrá ser madre, pero no de su esposo. Así lo ha decidido un juez de Valencia, quien considera que no puede suplantarse la voluntad del enfermo "en un acto de carácter tan personalísimo como el de tener un hijo". Sin embargo, sí autoriza a la mujer a inseminarse de un donante anónimo sin que conste permiso del marido porque entiende que "la pareja está separada de hecho". El hijo no tendrá derecho a llevar el apellido ni a heredar al marido en coma.

Julia B., de 32 años, tiene ya permiso judicial para ser madre, pero no de un hijo de su marido, con el que se casó en 1991 y que siete meses después del enlace civil sufrió un accidente de moto que desde entonces le mantiene en estado de coma vigil irreversible. El titular del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia no le ha concedido la autorización para extraer semen de su esposo para fecundarse después. Considera el juez, según consta en los cinco folios de sentencia, que "no es jurídicamente factible que la voluntad de un varón incapacitado y en estado de coma pueda ser suplida, mediante autorización judicial, en orden a prestar consentimiento para tener descendencia con su esposa a través del sometimiento de ésta a técnicas de reproducción asistida". Y añade: "No está de más hacer hincapié en que la suplencia judicial de la voluntad de un incapaz en aquellos supuestos que, por su naturaleza, excedan del ámbito competencial propio de los tutores no puede en ningún caso extenderse a la realización de un acto de carácter tan personalísimo como es la decisión de tener un hijo".

Decisión discrecional

Para el magistrado, decidir en nombre del incapaz sobre su paternidad es "discrecional y subjetivo". El juez lo entiende así porque considera que no proporciona ningún beneficio al enfermo y "conlleva la creación de una situación jurídica, la de paternidad, que genera unas cargas y responsabilidades de tal magnitud y trascendencia que, desde luego, sólo en virtud del personal consentimiento del afectado, nunca por otra vía sustitutoria, puede admitirse la constitución de la paternidad".

Julia trató de contrarrestar ese argumento con una propuesta que legalmente no era viable pero que evidenciaba su interés en ser madre, por encima de cualquier consideración, de un hijo de su marido. La mujer planteó que el descendiente no llevara los apellidos del padre y no tuviera derecho alguno de herencia.

El juez hace constar que "no es posible acceder tampoco a esta pretensión". Una vez apuntados en la sentencia los dos únicos supuestos que fija la Ley de Reproducción Asistida (a una mujer casada con consentimiento del marido o a una mujer no casada) el magistrado afirma que "el único interés de la mujer en su solicitud es el de poder ser madre". Hasta ahora, el derecho a la maternidad de Julia estaba bloqueado. Como mujer casada, no podía quedarse embarazada de otro hombre porque ese hecho hubiera sido causa de divorcio de su marido. Hasta ahora, tampoco podía optar por la inseminación de un donante anónimo dado que la ley exige a una mujer casada el permiso de su marido, que en este caso no podía aportar por su condición de incapaz.

Libertad para ser madre

El juez de Valencia explica en la sentencia que "no se aprecia sin embargo la concurrencia en el presente caso de obstáculo legal alguno para que Julia pueda libre y lícitamente ser usuaria de técnicas de reproducción asistida con semen procedente de donante anónimo".

El magistrado razona que existe la "separación de hecho del matrimonio contemplada en el artículo 6.3 de la Ley de Reproducción Asistida", por lo que Julia puede plantear una nueva petición para ser madre con semen de un donante anónimo. El magistrado declara que Julia "se encuentra incursa en una situación de separación de hecho respecto de su esposo y puede, en consecuencia, someterse a técnicas de reproducción asistida sin necesidad del consentimiento de su esposo", con lo que el hijo que pudiera tener Julia no tiene derecho alguno de apellidos ni herencia de su marido.

Julia, tras conocer la sentencia, dijo: "Al menos se me reconoce el derecho a ser madre sin colisionar con nada, pero es muy triste que no pueda tener un hijo de mi marido, que es el hombre con el que continúo estando casada y del que no me quiero divorciar. Ahora, yo decidiré cuándo voy adelante con mi maternidad".

La representación letrada de la hija que el hombre en coma tuvo de un matrimonio anterior, que se opuso a la inseminación de Julia porque el nacimiento de otro hijo afectaría a sus derechos de herencia, no recurrirá el fallo.

Julia B., ante el hospital donde está internado su marido.
Julia B., ante el hospital donde está internado su marido.CARLES FRANCESC

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_