Taiwan endurece los controles al agravarse la epidemia de neumonía
Las autoridades ponen cámaras en las viviendas para comprobar que los aislados no salen
La epidemia de neumonía asiática se está agravando en Taiwan. La isla registró ayer 23 nuevos casos, el mayor número en un solo día desde que hace dos meses comenzó la enfermedad en esta zona, y ocho fallecidos, lo que eleva las cifras totales a 207 y 27, respectivamente. Esto la convierte en la tercera área más afectada después de China continental y Hong Kong. Un millar de soldados, protegidos contra el contagio, desinfectaron ayer las calles del barrio de Wanhua, en Taipei, donde 471 personas han sido puestas en cuarentena en un edificio de 140 apartamentos.
Una de las víctimas mortales anunciadas es un dentista de la ciudad de Kaohsiung. Este hombre, que había sufrido tuberculosis, murió hace una semana, pero las autoridades han tardado en determinar que había fallecido por el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS, en sus siglas en inglés). Se cree que resultó contagiado por uno de sus clientes. Los organismos sanitarios han iniciado una investigación para localizar posibles contagios entre sus pacientes.
La localización del caso, en una de las principales poblaciones del sur de la isla, revela cómo la enfermedad se está propagando más allá de la capital, Taipei, donde se concentra la mayoría de los enfermos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejó el pasado jueves no viajar a Taipei.
Las medidas de control se están multiplicando en la considerada por China una provincia rebelde. El Gobierno ha ordenado a todos los usuarios del metro que utilicen mascarilla. Además, están instalando cámaras de vídeo en las viviendas de las 8.000 personas que están sometidas a cuarentena para que no se salten la medida. A los aislados se les suele pedir que se presenten ante la cámara a determinada hora. Más de 200 personas de un edificio de viviendas de Taipei han sido sorprendidas violando el aislamiento.
Las autoridades de Taiwan anunciaron ayer la creación de un mando central para combatir la epidemia, en respuesta a las críticas de la OMS por la falta de coordinación sanitaria en la isla, especialmente cuando se inició la crisis, informa Efe. El nuevo centro estará presidido por el viceprimer ministro Lin Hsin Yi y el ex ministro de Sanidad Lee Ming Liang, quienes serán responsables de la coordinación de la lucha contra la enfermedad. El Gobierno también informó de que el paciente de SARS que se suicidó el mes pasado en un hospital de Taipei había sido informado erróneamente de que su mujer había fallecido de neumonía atípica.
Los responsables sanitarios de Taiwan aseguraron ayerque el aumento de infecciones registrado en los últimos días se debe a que se han reforzado los equipos encargados de diagnosticar la enfermedad. "No hay necesidad de aterrarse", dijo Chi Hsueh Yun, portavoz del Departamento de Sanidad. Según Lee Ming Liang, quien también es vicepresidente del comité de control del SARS de Taiwan, hay signos de que el brote aún puede ser contenido. Esperan lograrlo en cuatro o cinco semanas.
En China, el balance de la epidemia alcanzó 5.013 infectados y 252 fallecidos, después de registrar ayer 75 y 12, respectivamente; 1.693 personas han sido dadas de alta. Los expertos de la OMS continuaron su inspección en las zonas rurales, donde un estallido de la epidemia podría tener consecuencias nefastas debido a su rudimentario sistema hospitalario.
Los expertos se encuentran en la provincia de Guangxi, vecina a Shandong, una de las regiones más afectadas. Guangxi tiene una población emigrante de 800.000 personas. Muchas regresaron a sus pueblos durante las vacaciones del 1 de mayo. La OMS quiere verificar si las cifras de infectados anunciadas hasta ahora (20) son correctas. Otro equipo tiene previsto regresar hoy a la capital de la provincia de Hebei, que rodea la municipalidad de Pekín. La capital registró ayer 48 casos y 9 fallecimientos (en total, 2.304 casos y 129 muertes). En todo el mundo se han acumulado 7.447 casos y 552 muertes.
Cuatro grandes hoteles de Shanghai, entre ellos el famoso Peace Hotel, joya del art decó, construido en 1920, van a cerrar durante varios meses por falta de clientes. En Hong Kong, 250.000 estudiantes de primaria regresaron ayer a clase después de seis semanas de vacaciones forzadas.
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