La mitad de los niños asmáticos con tratamiento vive mal su enfermedad y el 64% falta a la escuela
El 46% de los niños asmáticos españoles menores de seis años que siguen tratamiento médico percibe negativamente su enfermedad, según ha revelado una encuesta realizada para conocer cómo afecta esta enfermedad al niño y al entorno familiar. El asma, un trastorno inflamatorio de las vías respiratorias, es la enfermedad crónica infantil más frecuente y la que más visitas a urgencias y más absentismo escolar produce. Los síntomas más frecuentes son tos, ahogos y sibilancias o pitidos al respirar.
El programa Airoso cuida de ti, presentado el día 6 de mayo con motivo de la celebración del Día Mundial del Asma y en el que han participado 333 niños, sus padres y más de 4.000 pediatras de toda España, consta de un cuestionario para los padres y un juego en el que los niños tienen que expresar cómo se sienten conviviendo con el asma. Para ello, se les facilita seis pegatinas de Airoso (el elefante amigo de los niños asmáticos) en las que, tres de ellos presentan una actitud feliz, haciendo deporte y jugando, y otros tres están tristes y con aspecto cansado: uno tose, otro no respira y el otro duerme mal por las noches. Esta información se le facilita al médico posteriormente.
"La iniciativa constituye una herramienta para que los niños expresen cómo perciben su enfermedad, así como una llamada de atención para que los padres reflexionen sobre cómo se encuentran sus hijos", dice Azucena Santos, psicóloga infantil y miembro del comité científico del programa.
Otros datos del trabajo revelan que el niño asmático acude al médico más de seis veces al año, en el 64% los casos falta a la escuela, el 57% de los padres pierde algún día de trabajo o que en el 40% de los casos las actividades familiares de ocio se ven limitadas por esta actividad. En cuanto a las situaciones que más preocupan a los padres destacan el que sus hijos entren en contacto con sustancias que puedan provocarles una crisis asmática, seguido de que padezcan una crisis durante la noche o cuando ellos no están en casa.
"Una de las mayores inquietudes que encontramos en los padres es la falta de información y, por eso, casi todos nuestros programas se basan en ella. Si el niño conoce su enfermedad, su medicación y, en el caso de que en el colegio no pueda hacer los mismos ejercicios físicos que el resto de niños, se le adapta un programa adecuado, el comportamiento del pequeño cambia y pasa de ser un paciente pasivo a uno activo. Se animan bastante cuando se enteran de que muchos de los grandes deportistas, como Andrés Díaz, Teresa Zábel o Iván Campos son asmáticos", precisa Marta Almanza, secretaria de la Asociación Asmáticos Gallegos (www.respirar.org/familia/organizadas/familia2.htm).
Los expertos insisten en que un niño asmático tratado y controlado no tiene por qué presentar síntomas. Para ello, se debe realizar un diagnóstico precoz, hacer un seguimiento de la enfermedad y administrar un tratamiento integral y no excluyente basado en la información y educación del paciente, eliminación del alérgeno, inmunoterapia y terapia farmacológica.
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