Cuidado con el sida

La sombra de unos datos inquietantes se ha proyectado sobre las sesiones del congreso nacional sobre el sida celebrado en Bilbao. Por primera vez, desde 1994, en 2002 aumentaron los casos diagnosticados en España respecto al año anterior: 2.437 frente a 2.414. Es sólo un 1% más, pero supone un cambio de tendencia a tener en cuenta, sobre todo en un país donde la incidencia de la enfermedad es de las más altas de Europa.

Este repunte tiene varias causas. Una de ellas, probablemente la principal, viene determinada por los límites de la actual medicación con cócteles de antivirales. Cuando se introdujo esta terapia a mediados de los noventa los casos de sida cayeron en picado, pero con el paso del tiempo empieza a fallar en algunos enfermos. Otra causa es la generalización de la transmisión del VIH fuera de los grupos minoritarios donde se extendió al principio. El grupo donde más aumentaron los diagnósticos el año pasado es el heterosexual. Una tercera causa cabe atribuirla al aumento de diagnósticos entre población inmigrante que ha contraído la enfermedad fuera de España.

El congreso de Bilbao constató los límites de los fármacos actualmente en el mercado, saludó el buen ritmo de la investigación sobre nuevas familias de antivirales y abordó nuevas estrategias para luchar contra la expansión de una infección que afecta ya a 42 millones de personas en todo el mundo. Una línea muy prometedora la constituyen los geles microbicidas, capaces de acabar con las células portadoras de la infección. Otra se centra en el uso de sustancias que refuerzan el sistema inmunitario del infectado, que ya por sí mismo es capaz de mantener a raya el virus durante años. Y la gran esperanza es el desarrollo de una vacuna, un tanto mermada por el fracaso que ha cosechado Aidsvax.

Mientras todo eso llega, lo importante es insistir en prevenir la infección mediante el uso del preservativo y en no dudar en someterse a la prueba del VIH a la menor sospecha. Entre los ya infectados, el cumplimiento estricto de la medicación es la mejor manera de prevenir la enfermedad. Hay que volver a subir la guardia si se quiere mantener el sida bajo control.