La supuesta retirada de Menem centra el debate en Argentina

A falta de propuestas, la campaña electoral argentina se ha convertido en una guerra de acusaciones y desmentidos sobre la supuesta retirada de la candidatura del peronista Carlos Menem, a quien todas las encuestas dan como perdedor. El favorito de los comicios, el también peronista Néstor Kirchner, dijo que un abandono sería irresponsable. El ex presidente negó las especulaciones, aunque no logró despejar las dudas.

"Es una versión que tiene su origen en el presidente Duhalde", dijo el legislador Adrián Menem, sobrino del candidato, que aseguró que nunca se ha contemplado la posibilidad de una retirada. Otras fuentes del círculo de colaboradores del ex presidente sugieren que es mejor tirar la toalla que sufrir la humillación de una derrota aplastante, "para preservar el patrimonio político de Menem".

La hipótesis de una victoria sin paliativos de Kirchner ha crecido como una bola de nieve desde el 27 de abril pasado, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que certificó el pase al segundo turno de dos candidatos peronistas. En aquella ocasión, Menem fue el más votado, con el 24,45% de los votos, por delante de Kirchner, con el 22,24%. Las empresas encuestadoras, cuya credibilidad está en entredicho en Argentina, no han dejado de marcar un aumento sostenido de las expectativas de voto del gobernador de la provincia de Santa Cruz, y un declive de Menem. La explicación es sencilla, sostienen los autores de los sondeos: el ex presidente es el político que concentra un mayor rechazo del electorado. Al mismo tiempo, ha tenido dificultades en cambiar de estrategia para hacer frente al ascenso de su adversario.

Los últimos días de campaña, Menem concentrará sus esfuerzos en la provincia de Buenos Aires, la más importante de Argentina y en la que se decide toda elección. Ayer encabezó un gran acto en el populoso distrito de La Matanza, donde en la primera vuelta fue derrotado por Kirchner por un margen de 13 puntos.

A lo largo de la campaña Kirchner ha sido criticado por la transferencia al exterior de los fondos de la provincia que gobierna desde 1991. Ayer, el ministro de Economía de Santa Cruz, Waldo Farías dio algunos detalles hasta ahora desconocidos, que sin duda serán objeto de nuevos ataques por parte de su adversario electoral. Confirmó Farías que la provincia tiene en el exterior 532 millones de dólares, el 95% en bancos suizos -concretamente en la Unión de Bancos Suizos y el Créedit Suisse-, y el 5% en Luxemburgo, donde se mudaron los fondos que originalmente estaban en Estados Unidos. "En el 2002 tuvimos que salir a preservar nuestros fondos, a raíz de la suspensión de pagos de la deuda", dijo el ministro provincial. "Decidimos transferirlos a Luxemburgo y después a Suiza, porque nos daba mayor seguridad" y evitar el riesgo de confiscación de los fondos de la provincia.

El dinero que la provincia tiene en el exterior está a plazo fijo. "Son fondos públicos y no podemos correr ningún tipo de riesgo, aunque tengamos una baja rentabilidad", precisó Farías. El origen de estos fondos se remonta al año 1999 cuando el Gobierno de la provincia vendió a Repsol sus acciones en la petrolera YPF por un valor de 660 millones de dólares. Farías recordó así la apertura de las cuentas bancarias en Suiza a nombre del Gobierno de Santa Cruz: "Nos hicieron una radiografía de lo que eran nuestras cuentas, sobretodo después de lo que pasó el 11 de septiembre".

El fondo de inversiones Morgan Stanley manejó el portafolio de la provincia hasta mediados de 2002, e intervino en la transferencia desde bancos estadounidenses a Luxemburgo y de allí a los bancos suizos, que administran actualmente los fondos de Santa Cruz.

Alberto Fernández, jefe de campaña de la candidatura de Kirchner, defendió las inversiones en el extranjero y el derecho de la provincia a colocar sus reservas donde estén más seguras. "Hemos actuado de manera transparente", aseguró.