"El más eficaz dispositivo de lucha desplegado contra la contaminación"

El Gobierno español no ve problema en plantear al Fidac (Fondo Internacional de Indemnización de Daños debidos a la Contaminación por Hidrocarburos) calamitosas descripciones de los daños en el litoral nacional por la marea negra y encendidas autoalabanzas a su labor protectora de las costas frente a los vertidos del Prestige. "Del total de 1.064 playas existentes en el litoral español entre la frontera de Portugal y la frontera con Francia han resultado afectadas 743. En la actualidad, las playas tienden a una menor afección en un proceso lento a causa de la llegada de pequeños restos procedentes del lavado de zonas costeras. Las comunidades afectadas son Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco".

El Ejecutivo recuerda el cierre parcial o total del litoral español desde la frontera portuguesa a la francesa y los consiguientes "cuantiosos gastos" del Estado. Ese diagnóstico no le impide definir así las consecuencias de su propia actuación y de su decisión de alejar el Prestige: "Se salvó en su práctica totalidad la acuicultura y, lo que es más, se ejecutó el mayor y más eficaz dispositivo de lucha contra la contaminación desplegado hasta la fecha, que permitió la recogida de la mayor cantidad de fuel en la mar, minimizando en gran medida la contaminación del litoral".

La catástrofe ecológica definida por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, como el "Chernobil español" es motivo de diversas complacencias en el informe entregado por el Gobierno al Fidac: "No se produjo ninguna víctima ni persona lesionada, a pesar de la gravedad del accidente; no hubo ningún ataque directo contra la salud de las personas; no hubo de evacuarse ninguna población costera; no se contaminaron los centros productivos fundamentales de ninguna de las rías gallegas".

Según el Gobierno, todos estos éxitos fueron estricta consecuencia del alejamiento del Prestige y de su colaboración con la empresa rescatadora del petrolero, Smit Tak, "con el objetivo de alcanzar aguas tranquilas donde hacer un trasvase de la carga". Frente a tan idílico panorama dibujado por el Gobierno ante el Fidac de "colaboración" con Smit Tak, la rescatadora privada solicitó reiteradamente, de palabra y por escrito al Ejecutivo español un puerto de abrigo para realizar el trasvase. La negativa fue constante.

Los informes que ya dispone el Gobierno sobre el accidente, los resume en seis líneas. Su tesis del accidente es la siguiente: "Un fallo estructural en la zona de los tanques de lastre número dos (popa) y tres, ambos de estribor, consistente en la pérdida de resistencia local debida a una deformación, desprendimiento o fractura de los refuerzos longitudinales del costado, lo que provocaría la pérdida de rigidez en las planchas del mismo y la consecuente deformación de éstas, por lo que se pudo producir una abertura de gran tamaño e incluso un desprendimiento de dichas planchas".