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ELECCIONES 25M | Comicios municipales en Cataluña

En cuatro años se edificaron en Barcelona 4.000 pisos protegidos

Los constructores denuncian que las ayudas oficiales son escasas

El mercado de protección oficial en Barcelona lleva dos años creciendo, aunque es más bien escaso. En los últimos cuatro años, el total de viviendas protegidas terminadas apenas superan las 4.000 unidades. El motivo, según los constructores, es el excelente comportamiento del mercado de la vivienda libre, sin limitación de precio, y también el escaso atractivo de las ayudas oficiales, destinadas a financiar el tipo de interés fijo.

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La evolución a la baja del mercado crediticio en los últimos años ha comportado que los intereses de los pisos protegidos hayan quedado por encima y, para colmo, no bajen. El resultado ha sido una tendencia de los constructores y promotores a evitar el sistema de protección en el caso de la vivienda nueva.

El pasado año, por vez primera desde 1997, el mercado de la vivienda protegida en Barcelona experimentó un crecimiento apreciable. Hasta ese momento se había movido por debajo de las 1.000 unidades, con la única excepción de 1999, cuando se terminaron 1.122 viviendas protegidas. En los dos años anteriores, 1998 y 1997, tampoco se alcanzó la cifra simbólica de un millar de viviendas, ni tampoco en 2000.

Lo llamativo del caso es que la evolución de Barcelona no guarda paralelismo con ningún otro ámbito territorial. En el conjunto de España, la vivienda protegida cae desde 1997 y no ha dejado de hacerlo en ningún momento. En Cataluña, la evolución es casi errática. Los alrededor de 6.000 pisos terminados en 1997 y 1998 cayeron estrepitosamente en 1999, cuando sólo se terminaron 2.189. Una caída que, sin embargo, no se produjo en Barcelona ciudad, aunque sí en la provincia, cuya evolución es similar a la del conjunto de Cataluña.

Si los datos de la vivienda protegida se comparan con los de la totalidad del mercado de vivienda nueva, las diferencias también se mantienen. En 1997, se terminaron en la ciudad de Barcelona 922 viviendas con algún tipo de protección, sobre un total de 5.314, lo cual supone que el 17% del total obtuvo algún tipo de protección. El año 1998 se saldó con un importante aumento en la construcción de viviendas, pero cayó el de las protegidas hasta situarse en el 12%. Los dos años siguientes registraron cierta estabilidad: 17% en el año 1999 y 16,7% en 2000. Un año más tarde, mientras el número global de viviendas terminadas caía en casi el 10%, el de viviendas protegidas subía casi el 20% hasta situarse en el 23% del total, un porcentaje que se ha seguido incrementando en 2002 hasta alcanzar el 27% en el mejor año para las viviendas de protección oficial. En cierta medida parece responder a una norma: los constructores tienden a promover vivienda protegida en un sentido inversamente proporcional a la construcción de la vivienda libre. Cuando éste último mercado funciona bien, los promotores lo prefieren por la falta de restricciones en tamaño y precios.

El análisis por distritos muestra que hay un motor: Sant Martí. De las 5.119 viviendas construidas en Barcelona en el año 2000, un total de 1.888 lo fueron en este distrito. En segundo lugar, en ese año se colocó Sant Andreu con 1.214 pisos. No obstante, la antigua población no resistió el tirón en 2001, año en el que fue superado en nuevas viviendas por media docena de distritos de Barcelona. En primer lugar volvió a situarse Sant Martí, con 1.410 viviendas, al igual que ocurrió en 2002, con 1.175 pisos. El año pasado el barrio de Sant Andreu se colocó en segundo lugar por número de viviendas construidas, con 813.

Una preocupación principal

Pese al dinamismo del sector de la construcción, tanto en Barcelona como en su área de influencia las encuestas detectan que el acceso a la vivienda es una de las principales preocupaciones de la población. De ahí que el asunto se haya convertido en uno de los ejes centrales de la campaña electoral. La izquierda muestra aquí algunas bazas: el Gobierno catalán, afirman los tres partidos que forman el Gobierno municipal en Barcelona, prefiere invertir fuera de la ciudad, con preferencia por los municipios donde hay alcaldes afines. La respuesta del Gobierno catalán es que si no construye en Barcelona es porque el Ayuntamiento no les cede el suelo necesario.

El último rifirrafe se ha producido respecto a la conveniencia de construir vivienda de alquiler para jóvenes. El Ayuntamiento de Barcelona ha promovido la construcción de 1.054 viviendas de este tipo, cuya adjudicación se decide por sorteo. La aportación del Gobierno catalán se limita a 28 viviendas de alquiler, "por falta de suelo", insisten los responsables.

Para el futuro inmediato, los diversos partidos han pisado el acelerador de las promesas, al amparo del suelo disponible en la zona de Sant Andreu-Sagrera y una parte de Sant Martí. Los socialistas han añadido una propuesta: la reforma de viejas construcciones de gran tamaño. La respuesta de CiU ha sido clara: de acuerdo, a condición de que las nuevas viviendas resultantes tengan carácter protegido.

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