El astronauta ruso asegura que también se rompió una cuerda del paracaídas
Nadezhda Chuikova, la suegra de Budarin, declaró que éste contó que durante el descenso en régimen balístico se rompió uno de los cordones del paracaídas de la cápsula (que se abre al final de la caída) , y a continuación se interrumpió la comunicación oral con la Tierra. "Después de varios minutos de durísimas sobrecargas, sentimos un fuerte golpe. Bowersox me preguntó: 'Kolia , ¿qué significa esto?', y yo le respondí: 'Que hemos llegado", relató Budarin a sus familiares en la Ciudad de las Estrellas.
Una vez en Tierra, Budarin abrió la portezuela de la cápsula y después de salir sacó a sus colegas estadounidenses. Esto es algo que normalmente no se suele hacer, ya que los médicos recomiendan a los astronautas que han trabajado largo tiempo en órbita -y Bowersox, Budarin y Pettit pasaron cinco meses y medio en la ISS- que esperen en la cápsula al grupo de rescate, que los saca y los sienta en unos sillones especiales. Pero era demasiado tiempo en el espacio para esperar a los equipos de búsqueda, que, por cierto, tardaron dos horas en localizar la cápsula a casi 500 kilómetros del lugar de descenso previsto y casi otras tres en llegar hasta ellos.
Como dijo Bowersox mientras los astronautas volaban ya rumbo a la Ciudad de las Estrellas, se sintió feliz de ver las estepas kazajas y también valoró positivamente el accidentado descenso: "Como piloto de pruebas, estoy encantado de haber hecho la primera reentrada de un vehículo experimental", declaró Bowersox. "Esperábamos un aterrizaje 100% normal pero esto es lo que pasa cuando se prueba un vehículo experimental". Era la primera vez que astronautas estadounidenses llegaban en paracaídas desde 1975.
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